Se levanta el reloj de arena para los 500 años de La Habana

noviembre 19, 2014

En la Mesa Redonda con motivo del aniversario 495 de La Habana participó el doctor Eusebio Leal Spengler, Historiador de la ciudad.

En la Mesa Redonda con motivo del aniversario 495 de La Habana participó el doctor Eusebio Leal Spengler, Historiador de la ciudad.

 

«No hemos encontrado aún el asiento original de la ciudad, porque nada de esta huella arqueológica y documental existe. Quizá no exista por los asaltos de los franceses y la quema de La Habana por Jacques de Sores. Pero qué es lo real: la ciudad está en la costa norte, y no por una razón meramente productiva, o porque la región sur era inhóspita, sino porque hay perspectivas. En todos los mapas antiguos que hemos preservado se marcan dos lugares: San Cristóbal y otro llamado La Habana; un pueblo y otro convivieron, hasta que se construyó la ciudad junto al puerto, que tenía todas las condiciones.

«No está ese papel fundacional. Lo que sí está es una ciudad que nace junto a un gran árbol, poderoso, con todo su significado natural y su mística para una parte que va a vivir La Habana futura. Sus pobladores fueron levantando esa ciudad bella, hechizante, ante la cual nadie queda indiferente. No he conocido una sola persona que no le vea el magnetismo. Y dondequiera que plantas y no derribas, restañas heridas, y observas las normas y no las incumples, aparece radiante esta ciudad histórica y de grandes eventos. Esa ha sido la batalla de la preservación.

«Está la discusión bizantina de si fue el 14 o el 15 su fundación. En Sevilla hay 70 millones de documentos, ahorita algún investigador choca con el acta y da la gran noticia: ¡hemos encontrado los cimientos, las tumbas…! Pero lo más importante es La Habana real, salvable, en peligro… y que como decía Mario Coyula: merece el destino de ser la capital de todos los cubanos.

«La historia se nutre de varias fuentes: la documental, la arqueológica y la que queda en la memoria popular, que cuenta cómo se fue organizando con su plaza principal y apareció un gran árbol… De hecho, cuando el árbol murió por las aguas del sabor de la mar, se plantó otra. Pero cuando se destruyó la otra ceiba, y la seccionaron, la gente se llevaba pedazos como reliquia santa. En el año 1962 y 1963 vi a personas trayendo ofrendas al árbol, tocándolo… hoy hacemos una ceremonia civil cargada de poesía, y como esta, no tiene explicación. Así la poesía corona el nacimiento de una ciudad que es importante para la historia del mundo y merece un destino, pero hay que trabajar mucho por ella.

«La Habana es el símbolo de la resistencia, de los macheteros, de las milicias, de las grandes batallas por Elián… todo eso está metido en esas plantas, en esas piedras. El otro día se me ocurrió decir que la Oficina (del Historiador) era el pseudónimo del Estado actuando, porque lo más importante es que se conserve y que esos resultados sean compartidos por todos los cubanos. Ahora estamos enfrascados además en la restauración de la escultura dedicada a Simón Bolívar, que fue el regalo de Hugo Chávez, y es a su vez un recuerdo de su amor a Cuba. Restauramos el Capitolio Nacional, porque allí se pusieron los restos de los combatientes del Granma, se celebró la Constitución del 40 cuando era una promesa de democracia. También trabajamos en el Cementerio de La Habana: que es la ciudad futura, y se están reconstruyendo los panteones, que son la historia de mujeres y hombres que forjaron nuestra historia. La Revolución es cultura, sabiduría, voluntad de preservar todo lo que contribuya a salvar la memoria. Dondequiera que podamos apoyar, como lo hemos hecho en Santiago y en Camagüey, con mucha humildad lo haremos.

«Para celebrar los 500 años tenemos mucho por resolver, de diversa naturaleza… Tenemos 5 años para día a día contribuir a que los monumentos sean venerados, para que las personas se comporten como ciudadanos, para que entiendan que esta es la cuna de Martí, y que Oriente conserva la tumba de Martí, y La Habana la tumba de Maceo. Porque existen los monumentos para explicar la historia.

«Y hay mucho que hacer. Qué es La Habana sin el Cerro, sin la calle de Monte o de Reina, sin la Calzada de 10 de octubre. Esta rehabilitación expresa una actitud vanguardista, y no conservadora, porque no se puede ir al futuro sin el pasado.

«Recuperamos el Teatro Martí… Cuánto esfuerzo, cuánto sacrificio de este país. Tiene que existir la yuca, pero tenemos que salvar la cultura, no puede ser un monumento del pato Donald lo que tengamos en el futuro. No, no, eso no nos pasará.

«Todo el que llega a La Habana quiere ir al Centro Histórico, ahí están los museos más importantes. El Mincult también hace una obra épica con la restauración del Gran Teatro de La Habana, donde ha brillado Alicia Alonso. El día 15 la fachada estuvo iluminada al igual que la del Teatro Martí.

«En nuestra escuela taller se forman 400 jóvenes, y eso pasa cada dos años. Por todas partes de La Habana veo la obra de esos hombres…

«Lo que pasa es que no puede frustrar una visión burocrática el idealismo revolucionario. No he recibido otra orientación de mi superior que no sea: No nos podemos detener. A veces alguna voz viene y me dice: No podemos, pero no me aparto de la fidelidad de la indicación de no desmayar. La cúpula del Capitolio está rota por los rayos, así como la linterna, pero aunque sea con las uñas se va a poner allá arriba. El Teatro Martí… recuerdo que llegué al teatro cuando estaba lleno de pulgas e imaginé la función, y me dije que cuando me ocurra ello puedo hacer grandes empeños.

«En la Asamblea solemne por el aniversario 495 precisé que no me interesa una fiesta de fachadas, sino que se apoye el esfuerzo en función de la ciudad, como pasó en Santiago de Cuba: donde entró un ciclón por el medio de la bahía y hay que ver qué esfuerzo el de Santiago, qué linda la obra en Baracoa, en Trinidad, en Cienfuegos, cuánto hay que hacer por Matanzas, lo que se ha hecho en Camagüey… siento que como un espejo de agua el ejemplo cundió y han surgido dirigentes naturales. Cuando pasa un niño y me dice dame un besito, y alguien me dice: gracias, me olvido de las críticas tontas…

«El concepto de Centro Histórico queda más bonito que el de La Habana, y hablamos de un punto de partida, pero hay muchos en la ciudad que hay que salvar. Pero yo no puedo ir a prometer nada, estamos ante el drama de la cucarachita Martina, de qué priorizar: pero necesitábamos de forma práctica la atención de las personas mayores, el tratamiento de las adicciones, por ello hemos priorizado centros con una vocación social… Hay que trabajar con la idea de que solo el amor salva, hay que persuadir a las personas. En el proyecto de Rutas y andares más de 10 mil personas han participado, y lo hacemos para que sientan el orgullo por lo que es suyo.

«A partir de ahora se levanta el reloj de arena para hacer, porque esta ciudad significa mucho y no puede ser entregada ni a la ruina ni al caos. Cuba tiene que producir lo necesario para que La Habana pueda seguir siendo lo que es. Nadie nos vendrá a sacar las castañas del fuego, hay que tener soluciones originales y hay que implicarse de verdad. El próximo año es el bicentenario de Mariana Grajales y ahí está un monumento dedicado a ella en el Vedado, y hay que ponerlo como le corresponde estar: no puede quedar un solo hito olvidado, ni una sola figura que no sea reverenciada».

Eusebio Leal SpenglerOficina del Historiador de La Habana

Compartir

  • imagen
  • imagen
  • imagen
  • imagen
Historiador de la Ciudad de La Habana 2011
Desarrollado con: WordPress | RSS
Válido con: HTML | CSS