Eusebio Leal Spengler ~ Historiador de la Ciudad de La Habana ~
El Doctor Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de la Habana, ofreció en la tarde de este martes la conferencia magistral “Crónica por el medio milenio de la fundación de la otrora villa de San Cristóbal de La Habana”, con la que inició el ciclo de conversatorios que por el aniversario 500 de la ciudad ha organizado el Centro Loyola.
Los presentes pudieron conocer del Doctor Leal, elementos de la historia y del proceso de restauración de la ciudad que ha sido su razón de ser y junto a la cual ha enfrentado una de las labores más difíciles: la de “conservar una ciudad viva”. “La obra de restauración tiene un mérito. El mérito de que hay un equilibrio en ella entre lo social y lo puramente institucional que es la protección del patrimonio”, aseguró Leal.
“Lo importante es que la ciudad está, pero venida a menos, cubierta por un halo de decadencia, y cuando se rasga en algún punto inmediatamente recupera la vida. Pero entre ese acto casi de magia y que se produzca la resurrección, hay que estar crucificado mucho tiempo, y esa es la verdad. Todos los días la noticia de un derrumbe donde hay personas que quedan sin techo, el temor del ciclón en caso de tocar de frente a La Habana, cuando penetra al mar…”.
El Historiador de la Ciudad de la Habana comenzó su conferencia haciendo referencia a la incertidumbre que aún existe sobre la exactitud de la fecha fundacional de la capital cubana – debate iniciado por el catedrático Roberto Méndez durante sus palabras de presentación.
“Comparto con Roberto la idea de ese mítico 1519. Es un año interesantísimo porque es el año en que muere Leonardo Da Vinci, creador de tantas maravillas, y es el año del encuentro en México de Hernán Cortés y el emperador Moctezuma. El mundo americano tal y como lo conocieron comienza a transformarse en otro. En 1514, con certeza absoluta, se establece un campamento fundacional quizás cerca de Batabanó o, como conservan en Melena del Sur la convicción de familia en familia, que fue allí en la desembocadura del río donde se fundó lo que se llamó San Cristóbal. (…) Pero hay tres fuentes: la fuente documental, que como bien dice Roberto, desapareció quizás por el fuego que dio a La Habana el pirata Jacques de Sores, aunque no coincida en la fecha; segundo, por alguna que otra hecatombe de las tantas que en ese periodo ocurrieron; pero lo cierto es que una voz popular – que es también fuente – revela y dice que fue en el año 1519 – y así lo ordena colocar el gobernador Cajigal en la columna conmemorativa presidida por la Virgen del Pilar, patrona de la América española –. Y en esa página dice «detenga el paso, caminante, adorna este sitio un árbol» y bajo la sombra de ese árbol (una ceiba) se dice que se celebró cabildo, se eligió alcalde y se celebró el sacrificio de la misa. Y así se unieron San Cristóbal y La Habana para formar una sola cosa: San Cristóbal de La Habana”.
Antes de comenzar la explicación del arduo proceso de restauración que durante décadas ha enfrentado la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana bajo su liderazgo, hizo énfasis en la importancia de la creación del sistema de escuelas talleres para “la formación de aproximadamente cinco mil jóvenes en los más nobles oficios de la construcción, del yeso, la jardinería, la madera, el trabajo con los ladrillos y el conocimiento de las técnicas antiguas; obreros sin los cuales no habría sido posible esta obra”.
Entre las novedades que se viven a propósito del medio milenio, Leal resaltó la del Capitolio, a la cual calificó como “una obra colosal y que ha sido el esfuerzo mayor de la restauración”. Esta edificación, Monumento Nacional, encenderá nuevamente su linterna el próximo 10 de octubre, anunció Leal.
“De ninguna forma es una copia del Capitolio de Estados Unidos. Aquella cúpula es de hierro, la cúpula nuestra de piedra labrada, aquella cúpula es blanca, la nuestra se cubrió y hoy está cubierta con láminas de oro de 24 quilates. Entonces es diferente. Bajo la cúpula, una de las mayores estatuas bajo techo del mundo”.
El también Director de la Red de Oficinas del Conservador y de Historiador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba expuso cada detalle restaurado al interior y al exterior de este emblemático inmueble, que constituye una de las obras fundamentales de la arquitectura cubana y la más importante de la década de 1920.
Igualmente, el Doctor Leal Spengler describió cómo quedarán conformadas las diferentes salas museológicas, entre ellas una didáctica, que mediante las nuevas tecnologías explicará lo concerniente a los símbolos patrios de nuestra nación.
Otra de las grandes obras que acomete por estos días la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana es la del Antiguo Convento de Santa Clara, institución que reabrirá sus puertas como una ampliación académica del Colegio San Gerónimo y la escuela taller de La Habana.
Sobre la obra de restauración del inmueble, el Doctor Leal Spengler afirmó que la nave central del antiguo convento será la futura Aula Magna y Sala de Convenciones, la cual estará dotada de todos los recursos tecnológicos de la actualidad. Asimismo, hizo referencia sobre la parte exterior de la edificación, que aún conserva algunas estructuras de la ciudad que antaño quedó atrapada entre sus muros.
A través de la presentación de imágenes históricas y actuales, el Doctor Leal mostró el contraste real entre La Habana heredada y la que contemplamos en la actualidad, que pese a lo mucho que falta por hacer, ha sido fruto del esfuerzo constante durante años, “construyendo la defensa de una utopía”.
El auditorio, conformado por colaboradores y estudiantes del centro, tuvo la oportunidad de compartir inquietudes con el Historiador de la Ciudad de La Habana al finalizar su intervención, y de conocer detalles sobre los proyectos que se han realizado en los últimos años, la importancia de preservar sus valores históricos y arquitectónicos así como la fuerza motriz que ha impulsado a un hombre a hacer resplandecer esta ciudad ante los ojos de sus pobladores y visitantes.
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