Eusebio Leal Spengler ~ Historiador de la Ciudad de La Habana ~
Por: Yoel Lugones Vázquez
Fotos: Alexis Rodríguez
La Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana recordó, este 13 de agosto, el aniversario 93 del natalicio del Comandante en Jefe Fidel Castro, con un sencillo y emotivo encuentro realizado en un hermoso y emblemático espacio de la ciudad que concreta algunos de los sueños y enseñanzas del líder histórico de la Revolución Cubana: la Plazuela de Belén.
“Lo real, lo verdadero para nosotros es ser discípulos de una obra que alcanzó una gran trascendencia desde el punto de vista humano, desde el punto de vista internacional, que no solamente abarcó el aspecto político de la historia contemporánea, sino también los más importantes valores humanos como han sido la solidaridad, el principio de que no hay nada más importante en un mundo, donde la injusticia prevalece, que el amor a los pobres y la voluntad de trabajar por todos los que sufren y padecen”. De esta manera comenzó sus palabras el Historiador de la Ciudad de La Habana, Doctor Eusebio Leal Spengler refiriendo que esa fue la gran vocación del hombre Fidel: “asumir como cosa nuestra ese dolor y sufrimiento de las personas no de una manera pasiva, sino tratar de remediarlo, tratar de apoyar, de acompañar”.
El Historiador, mediante anécdotas, recordó los inicios de la vida de Fidel, a su familia, su lugar de origen, así como su posterior devenir en las escuelas donde estudió, etapa donde ya se asentaban las bases del extraordinario revolucionario que después fue, hasta llegar a la Universidad de La Habana, “donde ingresó rápidamente en la política universitaria que era la política de Cuba”.
“Su impronta en la historia del mundo – expresó Leal – es imborrable, al igual que su valor político que nos permite hoy estar aquí reunidos; a pesar de haber sobrevivido a las más terribles acechanzas; fue como inmune a todas ellas (…) Era un hombre, no un Dios, pero un hombre inteligente y, más diría, de una inteligencia superior. Sabía predecir sobre el futuro a partir de su capacidad de estudiar, de leer en ese difícil juego de ajedrez del cual tenía que salir Cuba”.
“Fidel fue, y se convirtió, en un líder de jerarquía mundial, defendiendo a esta pequeña Cartago, a esta pequeña Troya cubana, en la cual, a sangre y fuego, hemos luchado cada uno desde nuestra obra”, sentenció.
¿Cuál es el mejor homenaje para Fidel en este día? La respuesta expresada por el propio Leal: “Es bonito hacer actos, es bonito compartir ideas, pero lo más importante es hacer obras. Nuestra tarea es que la palabra se convierta en obras para todos los cubanos, que se convierta en servicio, en política activa, que es con el oído en la calle, con la mano pronta a saludar o abrazar a los más pobres, a los cuales siempre los tendremos con nosotros. El espíritu de su solidaridad llevó a los médicos cubanos a cualquier parte del mundo. Le abrazaron los líderes africanos porque a la independencia de Angola y a la de Namibia contribuyeron con sangre y espíritu los cubanos (…) Celebremos a Fidel con obras. Eso es la exigencia del día de hoy. Y es que en el concepto de «Revolución», él dejó explicitado cuál era el camino”.
Artistas de diversas generaciones se reunieron para regalar piezas emblemáticas de la cultura cubana, así como obras que hacen referencia a quien ha sido y es ejemplo de altruismo, de fuertes principios, de convicciones profundas, de grandeza de espíritu. Por eso no podía faltar “Cabalgando con Fidel” en la voz de Annie Garcés y Eduardo Sosa. Junto a ellos actuaron la soprano Milagros de los Ángeles Soto, el ballet infantil de Lizt Alfonso, el Coro Solfa y el Coro de Abuelos del Convento de Belén.
La recientemente restaurada Plazuela de Belén es centro de una significativa obra cultural y social en el municipio La Habana Vieja, y en su proyecto comunitario intervienen el Convento de Belén, que atiende a más de 300 adultos mayores, quienes acuden diariamente a actividades que elevan su calidad de vida; también la Casa Infantil para niños de uno a cinco años, un aula museo, una residencia protegida para ancianos, y servicios sociales como óptica y fisioterapia, entre otros.
En este sitio han encontrado sede, asimismo, la compañía Lizt Alfonso Dance Cuba, con participación de niños y jóvenes en su centro docente; la comunidad de Sant Egidio, la cual realiza, en coordinación con jóvenes, actividades sociales con niños, adolescentes, ancianos y personas necesitadas de apoyo, y el Museo Observatorio de Belén, el primer museo meteorológico de Cuba.
La participación de la comunidad que aquí reside y otros proyectos futuros seguirán enriqueciendo la vida espiritual y material de los pobladores, una máxima que siempre nos inculcó ese gran hombre, ese revolucionario cabal que “es” Fidel Castro Ruz.
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