Eusebio Leal Spengler ~ Historiador de la Ciudad de La Habana ~
Por: Yoel Lugones Vázquez / Fotos: Alexis Rodríguez
Dos libros que ahondan en las raíces de nuestra historia; textos que representan imprescindibles acercamientos a la vida de un hombre-héroe, un ser humano excepcional que amó, sufrió, vivió con sus defectos y virtudes. Desde pequeños nos enseñan quién es el Padre de la patria, Carlos Manuel de Céspedes, y su grandeza histórica. Pero la realidad es mucho más rica, y constatar que el patriota también fue hacedor en un tiempo difícil y con una vida excepcional, siempre resulta grato, nos acerca más a él.
La lectura de “Carlos Manuel de Céspedes. El diario perdido”, del Doctor Eusebio Leal Spengler – una edición conmemorativa por el sesquicentenario del 10 de octubre –, y “El camino de la desobediencia”, del bayamés Evelio Traba, nos permiten precisamente constatar cuánta gloria cabe en una persona capaz de no traicionar su sentimientos y sus ideales.
La Sala Nicolás Guillén, de la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña – como parte del amplio programa de la 27 Feria Internacional del Libro Cuba 2018 – acogió, este martes 6 de febrero, la presentación de estos dos volúmenes, la cual estuvo a cargo del Historiador de la Ciudad de La Habana.
Fascinado desde su primera lectura, Leal primeramente se refirió a las virtudes de la biografía novelada “El camino de la desobediencia”; sobre todo, reconoció la belleza del diseño del texto – realizado por Claudia Hernández Cabrera, responsable también del segundo volumen mencionado –, así como se refirió al dominio del novelista sobre la documentación original, “que le permitió crear situaciones propias del arte literario, propia de la fantasía de la ficción, aunque los diálogos que se establecen están escritos sobre la base de un estudio del pensamiento y la documentación de los protagonistas”.
Libro interesantísimo como novela y una necesaria flecha que apunta a la necesidad de estudiar la historia de nuestra epopeya y de ese hombre tan interesante y tan importante para Cuba, así calificó el Historiador a esta edición cubana de una obra que cuenta con un exergo del propio Leal Spengler, a las cuales dio lectura en esta presentación.
De esta manera escribió – y ojalá sirvan de incentivo para la lectura –: “Me inclino reverente ante la memoria del hombre de mármol, descrito por José Martí, con la serena convicción de que Céspedes preside en perpetuidad el destino de un pueblo que, al consagrarle su vida, contribuyó a desencadenar para siempre”.
Arduos años de trabajo e investigación – auxiliado por personas identificadas con esta causa de entregar al pueblo cubano, mediante su propia escritura, las diversas facetas de Céspedes –, representó para Leal el diario perdido del Padre de la Patria; texto del cual la historiadora Hortensia Pichardo ha afirmado: “Ahora, los estudiosos del iniciador de nuestros Cien Años de Lucha han de recibir con emoción las páginas que contiene este Diario, dada la tenacidad investigativa y la vocación cespediana del Historiador de la Ciudad de La Habana”.
Un largo camino de búsqueda incesante dio sus frutos: entre 1990 y 1991 salió la primera edición publicada en Sevilla, España. “El primer ejemplar se lo puse en las manos – relata Leal – al Comandante en Jefe Fidel Castro. Me llamó inmediatamente que leyó el Diario, asombrado y maravillado, y me dijo: Hay que publicarlo inmediatamente, íntegro”.
Agradecimientos especiales, también, a muchas personas que colaboraron entonces para lograr que viera la luz este testimonio histórico, documento “desacralizador” y que “en la medida que se va leyendo va apareciendo un sentimiento extraño en el espíritu del que por primera vez – fuera de José de la Luz León, del custodio y de un siglo – lo había leído”, al decir del Historiador.
“Aquí aparece el Céspedes humano – afirmó Leal –, con sus debilidades como hombre, con sus penas como ser humano y con su grandeza política que lo lleva, primero, a la desesperación cuando sabe que están conspirando para asesinarlo y entregarlo a sus enemigos y, al mismo tiempo, la decisión, la determinación de quedarse. Como digo en el momento oportuno, los soldados que subieron a buscarlo a San Lorenzo, con el que los llevó como guía a aquel lugar, no le trajeron la muerte, sino una corona de laurel para sus sienes”.
“Es un libro precioso. Me alegro que 20 años después de su edición, vuelva a estar en manos de todo el mundo (…) Lo más importante de todo es que él, Céspedes, es la figura, la clave, la piedra angular del arco, en el cual se sostienen los principios fundamentales de la nación cubana”, concluyó Leal.
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