Eusebio Leal Spengler ~ Historiador de la Ciudad de La Habana ~
Por: Rachel Cowan
Fotos: Alexis Rodríguez
El Centro Histórico habanero es de esos lugares necesarios donde se tiene en cuenta todo, desde las personas, las obras patrimoniales y la flora y fauna de esta parte de La Habana. Desde aves hasta perros tienen su espacio aquí y forman parte de lo real maravilloso de esta ciudad.
Para cuidar el medio ambiente se trabaja a diario; para crear la compasión y el amor hacia la biodiversidad en la población, se vive. Por estas razones, desde el 20 de marzo se realiza el Taller “Recuperación, manejo y conservación de un ecosistema para las aves en el Centro Histórico”, donde especialistas de diferentes áreas han expuesto sobre esta temática, en busca de soluciones para el fomento de la biodiversidad.
Temas tan interesantes como “500 años de relación de las aves y La Habana, nuevos paradigmas” o “Caminos para fortalecer el arbolado urbano en la ciudad y el papel del Centro Histórico como corredor de aves” fueron presentados durante tres días en la Sala Polivalente del Centro para la Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba-Europa.
En la jornada final del evento, este viernes 22 de marzo, los participantes recibieron una conferencia magistral del Doctor Eusebio Leal Spengler, quien confesó todos los esfuerzos de su gestión en función de lograr el concepto de una “ciudad jardín”, además de señalar el arduo trabajo para lograr la coexistencia entre las aves y una ciudad como La Habana, en la que todavía hoy se mantienen elementos de contaminación.
“Estos elementos perjudican no solamente la existencia de las especies de aves, sino también a los humanos. La refinería, por ejemplo, de la Bahía de La Habana (…) la cual tal y como está tiene que seguir funcionando, pero ya sabemos que hay un proyecto de Estado que está muy ligado a los empeños del CITMA y a los empeños globales de todos los que nos interesamos por la vida en la ciudad y en torno al Puerto de La Habana; y más cuando estamos ante la celebración de su 500 aniversario”, expresó Leal Spengler.
La preocupación por los temas medioambientales es hoy una prioridad en el mundo entero y no deja de serlo para el trabajo cotidiano del Doctor Leal, quien recalca que “nosotros hemos luchado rabiosamente” para ello.
El encuentro sirvió para recordar los esfuerzos del Profesor Doctor Johannes Bisse, quien llegó a Cuba el 20 de octubre de 1966 desde la República Democrática Alemana como profesor invitado de la Universidad de La Habana, y rápidamente se convirtió en un profundo conocedor de la flora cubana. Este hombre, junto al Comandante en Jefe Fidel Castro, escogió lo que es hoy el Jardín Botánico Nacional. “Todos esos terrenos se salvaron gracias a esa determinación; de lo contrario, eso sería hoy arrabales y barrios periféricos”, explicó el Historiador de la Ciudad.
Uno de los puntos fundamentales de la descontaminación de La Habana es la limpieza de la Bahía, en la cual desde que “mínimamente se ha controlado han vuelto a aparecer en el horizonte y en el cielo, aves que pensábamos que pertenecían ya a un pasado remoto. Hemos visto colonias y familias de pelícanos volando; hemos vuelto a ver pájaros de agua, gaviotas, rabihorcados, etcétera. Y de pronto un grupo de pescadores, que se sitúan a la orilla, porque han entrado un banco de sardinillas – cosa que cuando era niño e iba en lancha hasta Regla, era lo más frecuente”, refirió Leal.
El también Maestro Mayor del Colegio San Gerónimo comentó sobre la salvación de determinados conjuntos dentro de la ciudad como han sido el Parque Lenin, el Jardín Botánico, el micro proyecto medioambiental en la Quinta de los Molinos y la creación de la filial habanera de la Asociación Nacional Ornitológica de Cuba (ASOC), sita en O´Reilly, entre Cuba y Aguiar.
Trabajar para el cuidado del medio ambiente es un aspecto de las labores de la Oficina del Historiador de La Ciudad, la cual ha desarrollado círculo de interés para los niños; creó la Sociedad Civil Patrimonio, Comunidad y Medio Ambiente y ha realizado una labor de desparasitación de mascotas tanto para los perros callejeros como para los de la comunidad. “He tratado de demostrar que es indispensable crear el sentimiento de compasión y piedad hacia los animales”, resaltó el Doctor Leal.
En un mundo tan contaminado, donde el cambio climático y la apatía de muchos es una realidad, talleres como este reconfortan el alma, pues muchas personas se involucran para que las futuras generaciones puedan ver el admirable vuelo de las palomas en la Plaza de San Francisco.
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