De Valencia a La Habana

Por: Ofelia Sandar Valles / Fotos: Alexis Rodríguez

“España está entre nosotros, está en la memoria de sus grandes poetas, de sus grandes hombres, de los fieros guerrilleros que España produjo en todos los tiempos de su historia”, expresó el Doctor Eusebio Leal Spengler, Historiador de La Ciudad de La Habana, este jueves 30 de noviembre, al clausurar el coloquio “Valencia 1937 / La Habana 2017. Intelectuales, política y cultura”, que durante tres jornadas sesionó en la capital cubana en homenaje al II Congreso Internacional de Escritores en Defensa de la Cultura, que tuvo por sede esa región española hace 80 años.

La cita de esa etapa demostró que la salvaguardia de la cultura significaba intelectualmente la defensa de un nuevo humanismo revolucionario, de un humanismo socialista en pro de la dignidad humana y de la libertad de los pueblos. Por ello, esta protección del acervo cultural implicaba también, en aquella España republicana en guerra contra el fascismo, la defensa de las nacionalidades culturales.

Durante su intervención, Leal Spengler aseguró que el congreso internacional “reunió a lo más granado del pensamiento del mundo en ese momento que se alineó junto a la República española. Del otro lado quedaron otros intelectuales, intelectuales que palidecieron con el sistema que defendieron. Aquellos que definieron la República todos brillan hoy en la memoria, y aun los que desertaron, luego de las ideas más progresistas, llevan en su frente una estrella – como decía Martí –, que ni su propia ignominia posterior podrá borrar”.

Asimismo, se refirió a la relación histórica entre el congreso de 1937 en España y los casi 900 cubanos que partieron hacia la guerra civil española, entre los cuales se encontraban intelectuales y artistas.

“Me alegra extraordinariamente que se haya evocado a la República – continuó el Historiador –, que se haya evocado en este encuentro al congreso de Valencia. Aquel congreso que se realizó cuando la ciudad capital de Madrid había sido evacuada, cuando la capital era en ese momento la Valencia que amamos… La Valencia noble y generosa”.

El también Director de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de Ciudades Patrimoniales aseguró que es el momento de recordar que se han ido “trazando a lo largo del tiempo los vínculos entre nosotros, entre lo más progresista e importante de España”.

Compartió con los participantes en el evento que al recibir un lauro en una universidad española y “habiendo llegado después de muchos años a la Península encontré en el aeropuerto ese cartel que decía de los viajeros o pasajeros de la Unión Europea, de tal y más cual y otros, y empecé mi discurso académico diciendo ‘yo soy de esos otros’. Somos, como decía en su momento Borges, los españoles nacidos en el exilio”.

“Como olvidar, como olvidar – insistió – a los cubanos que yendo hacia Cádiz se encontraron allá con el representante del internacional en España, con Fermín Salvochea, el cual rápidamente hizo contacto con los patriotas cubanos ayudándolos y asistiéndolos. Esa es la otra España de la cual no podemos de ninguna forma apartarnos. Podemos prescindir de los políticos, pero de España no. Esto debe quedar claro, es una de las raíces caudales de nuestra cultura. Hay otra cosa que la distingue y es muy importante que se haya hablado o se haya intuido en los discursos y las palabras del congreso o de esta reunión: España se abrazó en sangre al pueblo que gestó, esa mulatez de la cual nos sentimos orgullosos, de la raza y de las ideas – el pueblo que se niega asimismo desaparece –, es el fruto de esa realidad”.

El Doctor Leal recordó que el congreso de España celebrado en Valencia llevó a muchos de distintas latitudes del mundo, y del mundo culto allí estaba Pablo Neruda, Ernest Hemingway, Luis Aragón, pero también estaban Alejo Carpentier, Nicolás Guillén, Félix Pita Rodríguez, Leonardo Fernández Sánchez y “nuestro brillante Juan Marinello. Para todos ellos es hoy nuestro recuerdo”.

El Historiador de la Ciudad de La Habana confesó a los asistentes que Alfredo Guevara “amigo querido y nunca olvidado, recordaba que teníamos esa deuda con la República española y que no podíamos olvidar esa parte de nuestro linaje revolucionario y cultural. Quizás si los tiempos modernos requieran de nosotros con la misma intensidad con que lo hicieron ellos defender valerosamente al mundo moderno en frente a las grandes asechanzas del momento actual; asechanzas que vienen del Oriente, del Asia, de la América Latina, donde aparentemente ocurren retrocesos en las ideas progresistas, mas no es cierto, se viven ciclos, ciclos en los cuales unos pueden ver lo que nosotros vimos: el triunfo victorioso de una Revolución, y al mismo tiempo su defensa obstinada. Hemos tenido mucha más fortuna que los republicanos españoles, mucha más fortuna, porque pudimos defenderla”.

La Fundación Alejo Carpentier y la Universidad de Valencia auspiciaron el coloquio “Valencia 1937 /La Habana 2017. Intelectuales, política y cultura” en el que se dieron cita reconocidos académicos de España, los Estados Unidos, Brasil, y Francia, junto a la representación cubana.

En exclusiva para Habana Radio, Jaume Pérez de la Universidad de Valencia calificó de excelente el coloquio donde se revisitó la participación de los escritores cubanos en el Congreso de Valencia. “Ha habido un intento de actualizar los debates de aquella cita en el contexto actual. Creemos que algunas de las preguntas en los años 30’ sobre el lugar de la cultura son vigentes todavía hoy, aunque en un contexto diferente. En esa década se luchaba contra el fascismo y ahora una de las conclusiones de esta cita es que de alguna forma lo que nos está violentando es el neoliberalismo o el capitalismo extremo en España, no tanto en Cuba”.

“Nos vamos muy contentos con la acogida que nos ha dado la Fundación Alejo Carpentier y con ganas de continuar esta colaboración en otros congresos o publicaciones culturales que será fructífera para todos”, concluyó.

Por su parte, Rafael Rodríguez Beltrán, vicepresidente de la Fundación Alejo Carpentier aseguró que fueron tres días de trabajo intenso con ponencias “no solo sobre la historia del Congreso de 1937, sino su significado y qué podemos hacer hoy para justamente asumir una posición contra el neoliberalismo, contra este mundo complejo que estamos viviendo, en el que a veces parece que se pierde la ideología, que se pierden determinados valores y que no podemos de ninguna manera perder”.

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