Eusebio Leal Spengler ~ Historiador de la Ciudad de La Habana ~
Por: Por: Nora Sosa / Fotos: Manuel Barros
“En esta casa vivió en la emigración hasta su muerte en 1908 el insigne poeta y periodista orensano Manuel Curros Enríquez”
Centro Unión Orensana de La Habana – 1998.
Este es el texto que nos muestra la tarja develada por Juan Francisco Montalbán Carrasco, Embajador de España en Cuba; Antonio Rodríguez Miranda, Secretario General de Emigración de la Xunta de Galicia, y Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana.
El acto – celebrado en el edificio ubicado en la intersección de las calles Zulueta y Ánimas, en La Habana Vieja, donde vivió en Cuba el emigrante gallego hasta el momento de su fallecimiento – dio inicio con la interpretación de los Himnos Nacionales de la República de Cuba, el Reino de España y el Himno Gallego.
Seguidamente, en nombre de la Federación de Sociedades Gallegas de Cuba (FSGC), Roberto Ogando Zás, Presidente del Centro Unión Orensana de La Habana, recordó que fue el empresario orensano, ya fallecido, José Salvado López, quien donó la tarja en 1998, la cual permaneció guardada hasta que una vez concluidas las obras de restauración del edificio, pudo ser finalmente colocada. Al respecto, agradeció a la Oficina del Historiador de la Ciudad por las facilidades brindadas para este fin.
A continuación, el Doctor Leal dio la bienvenida “a esta linda delegación que nos llega de Galicia, y que trae tantos recuerdos a mi memoria de la visita del presidente, el ilustre amigo, gran amigo de Cuba, y de sus acompañantes en aquel momento, Doctor Manuel Fraga Iribarne”.
Asimismo, agradeció por “los símbolos de Galicia que en su momento hemos colocado en La Habana, en memoria de aquella emigración que está presente en la sangre y en la cultura de nuestro país, el Cruceiro que marca las cuatro calles en la Plaza de San Francisco, y los versos de Rosalía a las puertas del Café de Oriente”.
“Y que este ir y venir de Galicia y Cuba, este ir y venir de los pueblos intramontanos, de aquellos valles floridos, de aquellas tierra húmedas a Cuba, nos evoca una hermandad que, como decía, se funda en la sangre, en la palabra, y también si hablamos de Curros, en la poesía. Murió aquí, tempranamente, murió en momentos trascendentales para la historia de España y de Cuba; vivió intensamente el sentimiento de una ciudad donde por vez primera se cantó el Himno Gallego en el mundo, en el Gran Teatro; de una ciudad donde por primera vez apareció en la prensa el periódico gallego, en la calle O’Reilly; y todo eso nos permite ir comprendiendo por qué se emplea el gentilicio de ‘gallego’ que no es deshonroso ni peyorativo, sino amatorio, para todos los españoles”, apuntó el Historiador.
Al respecto, el Secretario General de Emigración de la Xunta de Galicia agradeció a todos los que hicieron posible tal homenaje a Curros Enríquez, perpetuando en esa tarja su memoria y su paso por esta ciudad en la que surgieron tan importantes símbolos de Galicia. “Como gallegos, y en la medida y la profundidad que lo somos; como españoles por lo tanto, y en presencia de nuestro Embajador, solo les tengo que decir: orensans moitas gracias, galegos na Habana, moitas gracias”, concluyó.
En tal acontecimiento – un estímulo para introducirse en la vida de Manuel Curros Enríquez –, se encontraban presentes Julio Santamarina López y Sergio Toledo Bueno, Presidentes de las Federaciones de Sociedades Españolas de Cuba (FSEC) y de la Federación de Sociedades Gallegas (FSGC) respectivamente; el Jefe de la Oficina Delegada de la Xunta de Galicia en Cuba, Enrique Repiso Muriedas, así como un nutrido grupo de presidentes y directivos de entidades gallegas.
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