El arte del restaurador

Por: Yoel Lugones Vázquez / Fotos: Alexis Rodríguez - HR

Momento culminante del programa de celebraciones por el Día Internacional de los Museos, este 18 de mayo, en la parte más antigua de la ciudad fue la entrega del Premio Brasil por la Conservación del Patrimonio Cultural, efectuada en la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís.

Presidida por el Excelentísimo Señor Cesareo Melantonio Neto, Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la Embajada de la República Federativa de Brasil; otros miembros del cuerpo diplomático acreditado en la Isla; Gladys Collazo, Presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, y el Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), Dr. Eusebio Leal Spengler, en la cita también estuvieron presentes museólogos, historiadores, conservadores, entre otros especialistas de la OHCH.

Tres importantes especialistas de valiosa trayectoria y aportes relevantes a la obra rehabilitadora que desarrolla la Oficina del Historiador, fueron los galardonados en este 2015. Ellos fueron el restaurador Leandro Lucas Grillo Rodríguez – quien a partir de 1995, se integra como restaurador de pintura de caballete del Gabinete de Restauración Juan Bautista Vermay, de la Oficina del Historiador, y cuyas manos han ayudado a rescatar una buena parte de la obra pictórica que atesora la institución en sus museos y galerías –; la maestra restauradora de artes decorativas y de textiles María Esther Rodríguez Lobaina – a partir de 1996, comenzó a trabajar en el Gabinete de Conservación y Restauración de la Oficina del Historiador de la Ciudad, y en el 2004, por sus buenos resultados de trabajo, fue nombrada Maestra restauradora de artes decorativas – y el Restaurador de piezas museables y fondos bibliográficos Yamil García Corrales – graduado del primer curso de la Escuela Taller “Gaspar Melchor de Jovellanos” en la especialidad de carpintería y, luego de culminar sus estudios, comenzó a trabajar en el Gabinete de Conservación y Restauración de la Oficina del Historiador de la Ciudad, como restaurador de bienes patrimoniales.

En las palabras centrales del acto, el Historiador de la Ciudad de La Habana expresó que resulta más que necesario reconocer la labor de quienes entregan todo su talento y trabajo en aras de rescatar una pieza museable, a pesar de que ese esfuerzo posee el riesgo de que el nombre se quede para siempre en el olvido, pero nunca la impronta: “El trabajo es arduo y a veces desconsolador (…) De decenas y decenas, cientos y miles de personas que he conocido, solo pocos optan por la modesta y encomiable tarea de restaurar la obra de otros. Se requiere ciencia, como diría Don Fernando Ortiz, conciencia y paciencia”.
“Nadie puede impaciente – continuó el Doctor Leal – tratar de adelantar el tiempo que un trabajo conlleva, ni puede ponerse en manos profanas la restauración de algo que podría morir en sus manos. La restauración requiere vocación, un estudio permanente y, desde luego, poner como los médicos hipocráticos la mano sobre el cuerpo de aquel que requiere cuidados”.
“El arte del restaurador requiere modestia, requiere serenidad, requiere sabiduría y, sobre todo, permanencia (…) Nuestro trabajo es perenne”, sentenció el Historiador.

La velada concluyó con la magistral actuación de la soprano Milagros de los Ángeles Soto, acompañada al piano por Lianne Vega.
Instituido en el 2002 por el Excelentísimo Señor Don Luciano Martins de Almeida, entonces Embajador Extraordinario y Plenipotenciario del gigante suramericano en Cuba, en reconocimiento a los trabajos de restauración del Centro Histórico de La Habana, el Premio Brasil es sin dudas un aval que reconoce esa labor que anónimamente realizan hombres y mujeres en aras de la preservación y rescate de nuestro patrimonio y, por consiguiente, en defensa de nuestra identidad.

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