Eusebio Leal Spengler ~ Historiador de la Ciudad de La Habana ~
Fotos: Alexis Rodríguez
Veinticinco años atrás formar a jóvenes comprometidos con la restauración del patrimonio dejó de ser un sueño. La Escuela Taller “Gaspar Melchor de Jovellanos” desde entonces se ha encargado de la formación de quienes, al día de hoy, son protagonistas de las obras de restauración y conservación que demandan las urbes patrimoniales.
En la mañana de este 19 de enero, en la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, tuvo lugar la graduación número 25 de la Escuela: son diecisiete jóvenes que con la titulación de obreros calificados emprenderán su camino a la vida laboral, algunos en apoyo a las obras de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.
El Historiador de la Ciudad, Doctor Eusebio Leal Spengler, compartió con los graduados, familiares, profesores de la Escuela Taller y trabajadores de la Oficina presentes en la actividad, en el mismo sitio que nucleó los esfuerzos fundadores de centro educativo.
“Hace muchos años comenzamos en este lugar el primer proyecto de la Escuela Taller, una diferente, ya que hasta ese momento nuestro antecedente era la escuela de oficios. La Escuela nuestra partió del principio de estudiar y trabajar al mismo tiempo, y trabajar en una obra de restauración. Aprender las artes constructivas que son indispensables a la restauración”, dijo el Doctor Leal Spengler.
“En el pasado, muy reciente, cuando los alumnos terminaban pasaban inmediatamente a empresas constructoras de la Oficina del Historiador. En las condiciones actuales de Cuba, los alumnos preparados adecuadamente después tienen nuevas opciones. Diría que en las grandes capitales del mundo y en la sociedad moderna, los más apreciados hoy, además de los grandes científicos, las mentes luminarias, son los que tienen la capacidad de hacer cosas con las manos; son muy apreciados. Es decir, los que tienen capacidad de hacer con las manos cosas útiles y bellas”, señaló el Director de la Red del Historiador y el Conservador de las Ciudades Patrimoniales Cubanas.
La Escuela Taller “Gaspar Melchor de Jovellanos”, desde su apertura el 6 de abril de 1992, recibe a jóvenes de entre 17 y 25 años interesados en una vinculación estudiantil y laboral de este tipo, a través de convocatorias públicas. Como es costumbre, el Doctor Eusebio Leal Spengler se reúne para dar la bienvenida a los nuevos ingresos, y para desear los mejores augurios de éxito, compromiso y vocación para los graduados de este también proyecto social de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, que ha logrado expandirse a otras ciudades patrimoniales del país.
“Veo en ustedes, en sus rostros, a varias generaciones de jóvenes que se han formado aquí y hoy son hombres de bien; están en Cuba o en cualquier lugar del mundo ejerciendo lo que aprendieron. Llegaron con las manos atadas y ahora cumplieron el viejo proverbio que dice: La mano ejecuta lo que el corazón manda”, concluyó su intervención el Doctor Leal.
En el acto, el actual director de la Escuela Taller, el arquitecto Juan Carlos Pérez Botello, se refirió a que esta graduación es conocida por una de las obras más importantes en la cual ha intervenido, el Capitolio Nacional. Las manos de estos jóvenes han estado en la restitución de la lámpara, en los recintos del segundo nivel del edificio, y en el Salón de Los Pasos Perdidos.
El acto sirvió para reconocer a los graduados de los talleres más destacados, procedentes de las especialidades de Restauración General, Carpintería, Albañilería Integral, Plomería, Forja y Pintura de obra. Cada uno de ellos, así como sus compañeros, recibió el diploma que les acredita como obreros calificados en las disciplinas que escogieron.
Habana Radio conversó con el titulado más integral de este curso, el joven de 22 años Lázaro Reinier Baez Morales, de Albañilería Integral, quien reconoció que su motivación principal estuvo en el orgullo de poder decir a sus familiares y amigos, algún día luego de su graduación, que había intervenido en las obras de La Habana Vieja.
“Al momento de la especialidad, aunque solo quedaban plazas disponibles para Albañilería, decidí que si estudiaba la especialidad tenía que ser el mejor y, por tanto, destacarme y esforzarme por aprender los conocimientos para poder desempeñarme como tal en el futuro”, comenta Lázaro, quien en los años de estudio ha trabajado como tal en la recuperación de bóvedas en la Necrópolis de Colón y en la actualidad, en las reparaciones de un hotel en el Centro Histórico.
Ante la pregunta de si recomendaría a alguien estudiar los oficios que ofrece la Escuela-Taller, comentó: “Sí, la recomendaría porque es una buena opción al terminar los estudios preuniversitarios, por la calidad de los profesores y los conocimientos que obtendrán durante esos años de estudio, una preparación que no encontrarán en ningún otro lugar”.
Llega la Escuela Taller “Gaspar Melchor de Jovellanos” a su graduación 25 con la convicción de que es uno de los logros más importantes de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, y de que en la formación de jóvenes en las artes de la restauración y la conservación se garantiza el futuro de las ciudades patrimoniales de Cuba.
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