Eusebio Leal Spengler ~ Historiador de la Ciudad de La Habana ~
Por: Maria Karla Villa Mora / Fotos: Gabriel Estrada Reyes
Como continuidad de la tradición y en cumplimiento a una de las solicitudes más recurrentes realizadas por los estudiantes del VIII Diplomado Internacional “Medios para comunicar el patrimonio”, resultó el encuentro sostenido con el Historiador de la Ciudad de La Habana, Dr. Eusebio Leal Spengler.
Para unos fue un sueño cumplido, para otros el privilegio de volver a escucharlo y aprender de él a amar nuestras culturas y reflexionar más sobre la importancia de preservar y comunicar el patrimonio mundial.
A través de anécdotas personales vividas como resultado de su afán por conocer y divulgar la historia, Leal aseguró que “el último medio para comunicar el patrimonio es la palabra viva”.
En este sentido, convidó a reflexionar sobre la importancia de compartir el conocimiento como única vía para multiplicarlo, tarea en la que juegan un papel fundamental los medios de comunicación “para transmitir siempre de una forma original lo que ya ustedes tienen, y que solamente puede alcanzarse a partir del conocimiento (…) Nosotros, en su mayoría, nos hemos formado en las profesiones liberales, quiere decir aquellas que tienen que ver con las artes, las letras, el derecho, pero hay en nosotros y subyacen en nuestros conocimientos un vasto legado de la filosofía, de la experimentación científica, de las ciencias naturales, y a lo largo de ese pozo que se ha ido llenando de todos esos elementos vamos extrayendo agua para nutrir nuestra sed y la de otros; pero nadie da lo que no tiene, se requiere entonces estudiar”, añadió.
Ante un público heterogéneo, integrado por profesionales provenientes de otras latitudes, el también director de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de las ciudades patrimoniales de Cuba, se refirió a la diversidad y a la vez unidad cultural que integran al continente americano, y aseguró que “cada uno de estos países que formamos teóricamente una unidad tienen un conjunto de singularidades que han definido su carácter, que ha dado composición a su humanidad y que ha dejado un elemento de cultura presente en la historia continental”.
Igualmente, el Historiador convidó a los participantes a estudiar y entender la historia para poder transmitirla a nuestras sociedades a través de un mensaje original y poético: “Al darle a los demás el conocimiento, tenemos que darle también para que puedan transmitirlo una mística, una pasión, que sea capaz de conquistar discípulos para algo tan importante como es transmitir el legado, el patrimonio. ¿Quién soy; de dónde vengo; quiénes fueron los míos; qué interviene en la naturaleza por mí; qué legado me dieron; por qué abuela me habló a mí de estas cosas; por qué mi padre decía esto; por qué mi madre dice tal cosa? (…) Si nosotros no sabemos quiénes somos, no podemos convencer a los demás de qué somos. Esa es la clave; no es solamente un tema étnico, es un tema cultural porque la sangre llama, pero la cultura determina”.
Durante el encuentro que resultó una clase magistral para los diplomantes, Eusebio Leal Spengler convidó a ver al patrimonio también como “la capacidad de discernir entre lo original y lo que no lo es”, por lo que afirmó que “nuestra preocupación no es solo por el carácter importante, arqueológico, antiguo y noble de los objetos, sino también por su antigüedad y por su originalidad, una originalidad que llega a lo contemporáneo y que deja de ser en su momento arte antiguo altamente valorado para convertirse en arte popular altamente valorado; de ahí que la visión tiene que ser múltiple, abarcadora, culta; tenemos que estar permanentemente al tanto de las novedades y aceptar cada uno su propia vocación.”
El Historiador concluyó exhortando a cada uno de los participantes a llevar el mensaje patrimonial a los medios de comunicación de una mejor manera cada día: “Sean cultores siempre de la belleza y podrán transmitir, a través de todos esos elementos que les han ido explicando en estos días, el patrimonio; pero la mejor forma de transmitirlo para mí sigue siendo hoy todavía pararme en una esquina, convocar a las personas; conquistar a una, conquistar a otra; llevarla, encontrar esa vocación que es tan difícil cuando hay otras alternativas. Solamente el amor, el enamoramiento por las cosas, nos hace superar las grandes limitaciones que en el caso nuestro podemos tener”.
Sus consejos y conocimientos acerca del patrimonio hicieron especial a una de las últimas jornadas del Diplomado, dedicadas a conocer particularidades de esta temática para la correcta divulgación en los medios de comunicación.
Compartir