Eusebio Leal Spengler ~ Historiador de la Ciudad de La Habana ~
Por Maria Karla Villar
Fotos: Alexis Rodríguez
Una selección de sus jaraneros artículos de costumbres, retratos memorables junto a personalidades de la época, originales de las revistas “Carteles”, “Social” y “Gráfico”, acompañados de los afamados dibujos de Conrado Massaguer, misivas, y otros valiosos documentos conforman la exposición inaugurada en la mañana del 23 de agosto – fecha de su nacimiento – para mantener vivo el recuerdo de Emilio Roig de Leuchsenring, en el aniversario 127 de su natalicio.
El Palacio de Lombillo, casa donde permaneció en sus últimos años el despacho del Dr. Roig, es el lugar indicado para permitirle al público habanero acercarse aun más a la figura del ilustre periodista e historiador abnegado.
Las palabras iniciales estuvieron a cargo de quien ha continuado su labor, el Dr. Eusebio Leal Spengler. Con la presencia de restauradores directores de museos y conservadores, el Historiador de la Ciudad confesó: “A Emilito le tocó batallar en tiempos difíciles. ¿Cuándo no han sido así, hasta hoy? Pero los suyos fueron diferentes, de tal manera que él no pudo aplicarse, por ejemplo, a la restauración de la ciudad. No era el tiempo. Era el tiempo de la batalla porque algunos monumentos muy importantes no fueran demolidos, destruidos. Y en torno a esas batallas se gestó su personal devoción por ella”.
Bajo el título “Emilio Roig, costumbrista de ardorosa y militante cubanía”, la exposición representa, según las palabras de la investigadora y periodista cubana María Grant, “un verdadero deleite para disfrutar de parte del patrimonio documental que atesoran con profesionalidad y amor consagrados especialistas del Archivo Histórico, la Fototeca, así como la Biblioteca Histórica Cubana y Americana Francisco González del Valle, de la Oficina del Historiador de la Ciudad”.
De igual manera, el Dr. Eusebio Leal Spengler alabó la importancia de María Benítez, compañera de vida del Dr. Emilio Roig y quien salvaguardó muchos de sus valiosos documentos.
Luego de mencionar las constantes labores que a iniciativa del Dr. Emilio Roig desempeña aun la Oficina del Historiador de la Ciudad, Leal aseguró: “Para eso me acompañan personalmente, todos los días, aun en las flaquezas del cuerpo, aun en los dolores de la enfermedad y la desesperanza, mis grandes amigos y protectores: Emilito y María”.
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