En el nombre de la memoria

En presencia de Juan Vela Valdés, Ministro de Educación Superior; el Director General de Universidades de la Junta de Andalucía, Francisco Trigueros; el Dr. Rubén Reynaldo Sardoya Loureda, rector de la Universidad de La Habana; el rector del Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría, Dr. Gustavo Cobreiro Suárez; el Dr Eusebio Leal, Historiador de la Ciudad de La Habana, y otras personalidades, quedó inaugurado el 1er Doctorado de la carrera de Gestión y Conservación del Patrimonio en la sede del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, en el Centro Histórico de la capital cubana.
Un claustro de brillantes académicos entre los que se encuentran los arquitectos Daniel Taboada e Isabel Rigol, así como el Dr. Eusebio Leal, serán los encargados de preparar a los 30 estudiantes que resultaron de un largo y exigente proceso de selección. A la convocatoria que tuvo un carácter abierto, se presentaron 135 candidatos de diversos países de Latinoamérica, entre los que se escogieron a 22 cubanos y 8 extranjeros que tendrán la oportunidad de recibir un amplio programa de variadas asignaturas impartidas por especialistas de cada rama.
Durante la ceremonia de inauguración al nuevo curso, todas las partes involucradas expresaron el agradecimiento mutuo y la felicitación para estos alumnos que recibirán una formación única que servirá no solamente para fortalecer el patrimonio sino también la actividad cultural entre Cuba y España, dos países con antiquísimos lazos históricos que los unen.
El momento resultó ideal para hacerle entrega al Historiador de la Ciudad, de la Medalla Conmemorativa por los 280 años de la Universidad de La Habana. Rubén Reynaldo Sardoya Loureda, rector de la Universidad leyó la Resolución rectoral número 1260 del 2008, por la cual se rinde homenaje a personas que han contribuido con su obra al magisterio.
“Eusebio Leal ha jugado un papel destinado a la formación de estudiantes, arquitectos, su magisterio es altamente reconocido y es un ejemplo a seguir. Se le otorga este reconocimiento por los resultados de la obra de toda su vida, por ser el principal inspirador de esta carrera y del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana” expresó el Dr. Sardoya.
Por su parte en un emotivo discurso, Leal resumió su agradecimiento por esta sorpresiva condecoración, y la importancia y el privilegio de haber creado una carrera que ayude a conservar la memoria, sin la cual no existiríamos:
Recuerdo en un viaje a Granada, las grandes rosas que estaban en el jardín que competían con la redondez espléndida de aquella luna de plata que se levantaba sobre el perfil maravilloso del alcázar musulmán. Me fui con gran tristeza, comprendí entonces aquel poema escrito en una callejuela: “Dale limosna mujer… dásela, que no hay desgracia mayor, que ser ciego en Granada”. Quizás venga ella hoy a abrir los ojos de muchos que han querido matricular en un doctorado que les llevará a afirmar su vocación de cara al patrimonio cultural, y digo vocación porque estoy todavía en la duda eterna que muchos comparten en esta Aula Magna de si se hace o se nace.
Creo las dos cosas: que se nace con inclinaciones, lo penoso, como decía el Rector del Instituto Superior José Antonio Echeverría es que muchos no tenían y no tienen todavía la oportunidad de cumplir esas vocaciones, el poderlas realizar plenamente es un singular privilegio en un mundo, y particularmente en una América nuestra, donde aún tantos desequilibrios, asimetrías y desigualdades impiden el acceso a la universidad, universo del conocimiento, a todos los que quieran hacerlo.”
Para  finalizar, Leal llamó la atención sobre la importancia del patrimonio para la humanidad: El patrimonio es en primer lugar la memoria, sin la memoria –como dice mi mamá y decía mi abuela- nada somos. La memoria nos permite fijar las cosas en el tiempo y en el espacio. En nombre de la memoria levantaremos piedras, conservaremos papeles, pinturas, medallas, documentos. En nombre de la memoria conservaremos el recuerdo triste de un amor perdido, y seremos capaces de hacer los mayores sacrificios posibles.
Me alegra mucho que podamos hablar de patrimonio en este contexto, el patrimonio no es algo muerto, ni se convoca a un doctorado para crear embalsamadores de una nueva escuela egipcia, se trata de convocar a los que son capaces de soplar vida sobre las cosas, convertirlas en conceptos, pensamientos, en ideas. Cómo explicar a un invidente, que lo haya sido siempre, el color rojo, o lo que es cuadrado o redondo, sería necesaria la prueba de las manos, para definir un perfil, tendría que tocar el rostro para poder recordar una forma. El patrimonio es eso, es guiar, es saber tocar, saber percibir, es enseñar como nosotros aprendimos, a las generaciones futuras.”

En presencia de Juan Vela Valdés, Ministro de Educación Superior; el Director General de Universidades de la Junta de Andalucía, Francisco Trigueros; el Dr. Rubén Reynaldo Sardoya Loureda, rector de la Universidad de La Habana; el rector del Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría, Dr. Gustavo Cobreiro Suárez; el Dr Eusebio Leal, Historiador de la Ciudad de La Habana, y otras personalidades, quedó inaugurado el 1er Doctorado de la carrera de Gestión y Conservación del Patrimonio en la sede del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, en el Centro Histórico de la capital cubana.
Un claustro de brillantes académicos entre los que se encuentran los arquitectos Daniel Taboada e Isabel Rigol, así como el Dr. Eusebio Leal, serán los encargados de preparar a los 30 estudiantes que resultaron de un largo y exigente proceso de selección. A la convocatoria que tuvo un carácter abierto, se presentaron 135 candidatos de diversos países de Latinoamérica, entre los que se escogieron a 22 cubanos y 8 extranjeros que tendrán la oportunidad de recibir un amplio programa de variadas asignaturas impartidas por especialistas de cada rama.
Durante la ceremonia de inauguración al nuevo curso, todas las partes involucradas expresaron el agradecimiento mutuo y la felicitación para estos alumnos que recibirán una formación única que servirá no solamente para fortalecer el patrimonio sino también la actividad cultural entre Cuba y España, dos países con antiquísimos lazos históricos que los unen.
El momento resultó ideal para hacerle entrega al Historiador de la Ciudad, de la Medalla Conmemorativa por los 280 años de la Universidad de La Habana. Rubén Reynaldo Sardoya Loureda, rector de la Universidad leyó la Resolución rectoral número 1260 del 2008, por la cual se rinde homenaje a personas que han contribuido con su obra al magisterio.
“Eusebio Leal ha jugado un papel destinado a la formación de estudiantes, arquitectos, su magisterio es altamente reconocido y es un ejemplo a seguir. Se le otorga este reconocimiento por los resultados de la obra de toda su vida, por ser el principal inspirador de esta carrera y del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana” expresó el Dr. Sardoya.
Por su parte en un emotivo discurso, Leal resumió su agradecimiento por esta sorpresiva condecoración, y la importancia y el privilegio de haber creado una carrera que ayude a conservar la memoria, sin la cual no existiríamos:
Recuerdo en un viaje a Granada, las grandes rosas que estaban en el jardín que competían con la redondez espléndida de aquella luna de plata que se levantaba sobre el perfil maravilloso del alcázar musulmán. Me fui con gran tristeza, comprendí entonces aquel poema escrito en una callejuela: “Dale limosna mujer… dásela, que no hay desgracia mayor, que ser ciego en Granada”. Quizás venga ella hoy a abrir los ojos de muchos que han querido matricular en un doctorado que les llevará a afirmar su vocación de cara al patrimonio cultural, y digo vocación porque estoy todavía en la duda eterna que muchos comparten en esta Aula Magna de si se hace o se nace.
Creo las dos cosas: que se nace con inclinaciones, lo penoso, como decía el Rector del Instituto Superior José Antonio Echeverría es que muchos no tenían y no tienen todavía la oportunidad de cumplir esas vocaciones, el poderlas realizar plenamente es un singular privilegio en un mundo, y particularmente en una América nuestra, donde aún tantos desequilibrios, asimetrías y desigualdades impiden el acceso a la universidad, universo del conocimiento, a todos los que quieran hacerlo.”
Para  finalizar, Leal llamó la atención sobre la importancia del patrimonio para la humanidad: El patrimonio es en primer lugar la memoria, sin la memoria –como dice mi mamá y decía mi abuela- nada somos. La memoria nos permite fijar las cosas en el tiempo y en el espacio. En nombre de la memoria levantaremos piedras, conservaremos papeles, pinturas, medallas, documentos. En nombre de la memoria conservaremos el recuerdo triste de un amor perdido, y seremos capaces de hacer los mayores sacrificios posibles.
Me alegra mucho que podamos hablar de patrimonio en este contexto, el patrimonio no es algo muerto, ni se convoca a un doctorado para crear embalsamadores de una nueva escuela egipcia, se trata de convocar a los que son capaces de soplar vida sobre las cosas, convertirlas en conceptos, pensamientos, en ideas. Cómo explicar a un invidente, que lo haya sido siempre, el color rojo, o lo que es cuadrado o redondo, sería necesaria la prueba de las manos, para definir un perfil, tendría que tocar el rostro para poder recordar una forma. El patrimonio es eso, es guiar, es saber tocar, saber percibir, es enseñar como nosotros aprendimos, a las generaciones futuras.”