Eusebio Leal: enfrentar la ilegalidad es salvaguardar el patrimonio en Trinidad

Por: Karen Reyes Aróstica / www.radiotrinidad.cu

“Trinidad es el emporio, es el lugar privilegiado. Trinidad es la joya de las siete ciudades, porque las siete son diferentes, absolutamente diferentes”. Así inició su intervención Eusebio Leal durante un recorrido por “la ciudad museo del Caribe”

Escuchar a Eusebio Leal provocó en mí un erizamiento. Tal vez seres esotéricos, que comúnmente recorrían Trinidad, también fueron llamados a un diálogo entre las autoridades: de un lado el Historiador de La Habana y de otro, las de la tercera villa fundada por Diego Velázquez. El motivo: concientizar, de una vez por todas, la importancia de esta ciudad para Cuba y la preservación del patrimonio tanto material como intangible.

Juicios acuciosos y oportunos salieron del pensamiento activo de Eusebio Leal, un hombre que con sencillez y mucho conocimiento, ha sentido en su piel el respeto y la admiración de amigos y detractores, porque sabe el valor de la integridad.

Leal, que se niega a toda suerte de neoburguesía y artificios protocolares y que reconoce en los demás a un hermano, llamó en Trinidad a las cosas por su nombre. Habló de la imperiosa necesidad de poner coto a las ilegalidades basados en el conocimiento de causa y efectos, porque un error que se cometa en materia de patrimonio en Trinidad podría ser la muerte para una villa que, próximamente, cumplirá 500 años.

Tomar acciones y aprovechar el abanico de oportunidades que se legislan en la actualización del modelo económico cubano, como forma para crear ingresos y reutilizar el capital que genere cada ciudad, también estuvo entre las principales ideas expuestas en el Grand Hotel Iberostar Trinidad, que acogió en el salón de reuniones tan magistral intervención.

“Trinidad es el emporio, es el lugar privilegiado. Trinidad es la joya de las siete ciudades, porque las siete ciudades son diferentes, absolutamente diferentes”. Así inició su intervención y declinó hacia cómo se realiza un proceso activo de restauración y cómo debe la Oficina del Conservador de una ciudad como esta, estar preparada para el azar y lo que este nos depara… mas también hizo hincapié en el enfrentamiento a las ilegalidades dentro del centro histórico trinitario.

Acciones constructivas que son una “muestra irrefutable de la pérdida de la esencia; y no se trata de querer que Trinidad sea algo inmutable, se trata de lograr concientizar que debemos cambiar los sistemas de abastecimiento, la higiene… y al mismo tiempo recomendar, con energía y con la fuerza de la ley en la mano, que en el centro histórico no se puede construir como si fuera cualquier lugar, en vez de uno sagrado.”

A partir de esta idea y con una serie de argumentos legales y en vigencia, Trinidad tiene un reto grande para autoridades y personas comunes: amar y hacer acciones, que lejos de dañar el patrimonio, coadyuven a su preservación.

Una ciudad como Trinidad no debe, bajo ningún concepto, permitir que la abulia y el desinterés por lo común, por lo de todos, se entronicen… o mejor, continúen en el camino hacia el poder. En vez, habrá que darle un vuelco total a ciertas formas de pensar y ejecutar.

Eusebio LealPatrimonioRed de Oficinas del Historiador y del Conservador de las Ciudades PatrimonialesRestauraciónTrinidad

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