Eusebio Leal Spengler ~ Historiador de la Ciudad de La Habana ~
Por: Elaine Caballero
El Centro para la Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba-Europa, otrora Palacio del Segundo Cabo, acogió esté sábado 24 de noviembre el VII encuentro del programa de becas de la Dirección de Asuntos Consulares y de Cubanos Residentes en el Exterior (DACCRE).
Este programa, surgido en el año 2005, está destinado a hijos de cubanos residentes en el exterior, iniciativa del Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz.
La sesión comenzó con una conferencia magistral del Historiador de la Ciudad, el Doctor Eusebio Leal Spengler, quien como “un evangelio vivo”, al decir del maestro José de la Luz y Caballero, ofreció a los presentes verdaderas lecciones de vida y de historia cubana y universal.
Leal comenzó por asegurar “que tenemos que estar siempre preparados para lo inesperado y es necesario tener una variante, una alternativa, una visión de la realidad”.
“La juventud — añadió — es la única enfermedad que se cura con el tiempo”. Y sus razones fueron convincentes: lo que para los jóvenes puede esperar, no es así en los adultos, porque debe ser con mayor urgencia.
“¿Podemos ir al futuro sin el pasado?”. Su respuesta resultó determinante: “No es posible. Tenemos que ser capaces de interpretar en esa temporalidad de lo actual, el lugar de dónde venimos y quiénes somos (…)”.
En el caso de los estudiantes de la DACCRE, el Historiador reconoció un halo “en la naturaleza de sus espíritus, que les impulsa a reconocer a Cuba como propia, que será siempre nuestro punto de partida, nuestro asidero”.
“Somos todos hijos de la emigración, es algo maravilloso — continuó el Doctor Leal — porque aquí, dijo un sabio antropólogo, el homo cubensis no existe. El hombre vino de todas partes y llegó a Cuba a través de las pequeñas Islas. Fueron subiendo desde los grandes torrentes de América del Sur”.
Con respecto a los primeros pobladores de nuestro continente, el Historiador informó asimismo sobre un hallazgo realizado, hace pocos años, por el arqueólogo Luis Chanlatte en Puerto Rico, donde se descubrió un yacimiento de cerámica pintada, muy diferente “de lo que solemos encontrar en Cuba, donde está el lujo y la bella arcilla con sus simbologías, sus criaturas de la noche y sus líneas concéntricas, solamente”, sentenció.
En su memorable intervención habló también de la inocencia e igualdad de los nativos, que según el cronista italiano Pedro Mártir “no tenían ese mío y tuyo que es la causa de todos los males”.
En Cuba hubo importantes hallazgos indígenas, entre ellos una pequeña cantidad de juguetes en los que se reproducían “los objetos cotidianos de la vida diaria con una gran belleza”, precisó el Historiador.
Y especialmente en la Plaza de Armas se realizaron relevantes descubrimientos de los aborígenes, cuando se inició la restauración de este emblemático espacio público. Fueron localizados allí, grandes caracoles tallados, utilizados como vasos y jarras por los nativos. Lo curioso es que esos moluscos eran típicos de la Florida, otra prueba del intercambio entre grupos indígenas.
En otro momento, el Doctor Leal comentó sobre los disímiles rostros presentes en el encuentro, que se distinguían por su multiplicidad. Así también somos los cubanos, “esa realidad no se puede modificar”, e hizo suyas las palabras de José Martí cuando expresó: “Yo no sé qué dulcísimo misterio de ternura tiene esa palabra, cubano (…)”.
En ese sentido, para Leal la Patria tiene tres dimensiones: la primera es lo que entendemos por país, “un territorio, un lugar, un paisaje”. Luego sigue la visión de la Patria como “un sentimiento” y lo tercero es la conciencia de una nación.
En un segundo momento, Leal sostuvo un intercambio con los estudiantes, en el que profundizó sobre las históricas relaciones entre Cuba y Angola, además de la importancia del 10 de octubre de 1868, los inicios de su linaje familiar, así como de la migración árabe en la Isla, ocurrida entre finales del siglo XIX y principio del XX, y el bello paisaje insular en las distintas ciudades de la Isla.
En especial, el también Director de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba, explicó — a uno de los alumnos — la impronta del Líder Histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, quien hizo posible nuestro sueño de igualdad y libertad plenas, uno de los enunciados de su concepto de Revolución en el cual demostró “su madurez intelectual y política”, reconoció el Historiador.
Cerca de una hora estuvo Leal con estos futuros profesionales que tendrán, a partir de ahora, una visión más amplia de sus raíces y del valor de lo que se entiende y asume como Patria.
La cita contó además con la presencia de Ana Teresita González Fraga, viceministra del Ministerio Relaciones Exteriores; Ernesto Soberón Guzmán, director de la Dirección de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en el Exterior; así como de funcionarios de los ministerios de Salud Pública, Comercio Exterior, Educación Superior e Inversión Extranjera.
Como parte de las acciones de este VII reunión, los alumnos realizaron un recorrido por varios sitios del Centro Histórico habanero, como la Plaza de Armas, la Plaza de San Francisco de Asís, la Plaza Vieja, la Catedral y el Monumento a los Estudiantes de Medicina.
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