Eusebio Leal Spengler ~ Historiador de la Ciudad de La Habana ~
Por: Maydelis Gómez Samón
“No es necesario justificar a un hombre y a sus actos cuando hay copia abundante de lo que ha hecho. Y ese testimonio, esa realidad lo justifica sin tener que argumentar”, así expresó Rolando González Patricio, Rector del Instituto Superior de Arte (ISA), al conferirle al Historiador de la Ciudad, Dr. Eusebio Leal Spengler, el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad de las Artes de Cuba.
El Aula Magna de la Institución académica sirvió de sede a este acto, en el que se reconoció “al ser de exquisita sensibilidad por las artes, al historiador, y al hombre que ha logrado movilizar las energías y el talento en el mundo de la cultura cubana, en el camino de la salvaguarda de nuestro patrimonio y de la defensa de nuestra identidad”, como señalara González Patricio.
Para el Historiador, la salvaguarda del patrimonio de la nación ha sido su vocación y también su sacerdocio, afirmó el Rector del ISA. “Gracias a su obra los habaneros y los cubanos de este tiempo también somos diferentes”, porque él ha concebido un proyecto desde la perspectiva del desarrollo humano, “el cual tiene a las mujeres y los hombres de la Habana Vieja en el centro de la inquietud, y no a los objetos que tanto valor poseen”, apuntó.
Por todas esas razones, indicó González Patricio, la Universidad de las Artes otorgó esta distinción “que en el horizonte de la historia, cuando se vuelva atrás la vista, ya desde la comprensión cabal de la verdadera trascendencia de la obra de Eusebio Leal veremos entonces, la cuota de justicia que con este acto intentamos alcanzar”.
En las palabras de elogio, el profesor del departamento de Escultura de la Facultad de Artes Visuales y fundador del ISA, Raúl Navarro, destacó la dedicación e infinita paciencia con la que Leal ha llevado a cabo “la obra colosal que significa la restauración del admirable conjunto monumental del Centro Histórico” y le agradeció “por salvar esa parte vital de la identidad del pueblo cubano, hoy de toda humanidad”.
El lauro otorgado a Leal, aseguró Navarro, “no cumple más que con el sentir y el hacerse eco del reconocimiento de todo un pueblo y de una generación que ve en él a un heraldo defensor y guía del fomento, la preservación y la conservación de nuestra cultura en general y de la urbano-arquitectónica en particular. De un promotor de acciones que nos abre a una comprensión más amplia, profunda y desprejuiciada de lo real maravilloso cubano; de esa identificación tan necesaria como imprescindible para interiorizar nuestros valores, esos que internamente nos hermanan en lo isleño y a su vez nos enlazan a la patria grande que soñaron nuestros próceres, a la reafirmación de nuestro ser Latinoamericano y Caribeño”.
Durante sus palabras de agradecimiento, Eusebio Leal dijo que siempre escucha a ese ángel que anuncia lo que debemos hacer y no al que pronostica lo que pagaremos por ello. Es por eso que ha tenido que enfrentar incomprensiones. Por eso le pide a sus colaboradores “que no inicien jamás batallas innecesarias, que sean prácticos, que sean capaces de entender la necesidad de razonar, de perdonar y de prepararse para combatir, porque es siempre muy importante, al final, ser como he llegado a ser: una paloma artillada. Solo así puedo presentarme ante la facultad y ante el colegio para agradecer, desde nuestro humilde trabajo diario, al rector y al claustro por su generosidad”.
En otro momento de su intervención el Director de la Oficina del Historiador de La Habana, convidó a seguir luchando: “por algo más que la Habana Vieja, por algo más que las piedras. Nuestra lucha más importante, y debo decir que es la mía, es Cuba”.
El Historiador, puntualizó que la razón por la que se le entrega ese honorable título ha sido, es y será una ardua batalla, la cual no ha librado solo. A esos colaboradores que ya no están dedicó el galardón, y “a los alumnos del Colegio Universitario San Gerónimo, a los cientos de jóvenes de las Escuelas Talleres, a los que me han acompañado y también, a los que han traicionado o me han abandonado. Todos ellos me ayudaron a creer que el camino siempre es difícil, pero a las estrellas se llega por el camino de las asperezas”.
Al regalo realizado por alumnos de la especialidad de canto lírico, quienes interpretaron “La bella cubana”, y por el estudiante de quinto año de piano, Víctor Díaz, quien deleitó a los presentes con dos piezas de Ernesto Lecuona, “La comparsa” y “Danza Negra”, se sumó el artista Roberto Fabelo, que obsequió al Historiador su obra concebida al creyón sobre cartulina, “Versión de la tarde para Eusebio”.
Al acto de entrega del título de Doctor Honoris Causa, asistieron Ricardo Alarcón de Quesada, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el Dr. Rafael Bernal, Ministro de Cultura; Monseñor Carlos Manuel de Céspedes, los intelectuales Graziella Pogolotti, Roberto Fernández Retamar, Alfredo Guevara y Armando Hart Dávalos, así como funcionarios del gobierno y el Partido de nuestro país, Viceministros de Cultura, Miembros de la Academia Cubana de la Lengua y de la Historia, Premios Nacionales de las Artes y las Letras, dirigentes de instituciones culturales, artistas, profesores y estudiantes de la Universidad.
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