Eusebio Leal: “Lo que le ha dado prestigio a nuestra obra es su compromiso social”

Por:Ofelia Sandar Valles / Fotos: Misael Vázquez

El Doctor Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana, fue la personalidad invitada, este lunes 6 de noviembre, al encuentro de los jóvenes del Ministerio de Comercio Interior con la historia, una iniciativa que desarrollan desde hace unos meses.

Sin embargo, el auditorio se enriqueció con la presencia de otros trabajadores de esa institución encabezados por la Ministra del ramo, Mary Blanca Ortega Barredo, lo que, según Leal, le obligó a cambiar su esquema: “El que no esté dispuesto a romper un esquema y adecuarse a una situación mejor que no salga, porque nunca podrá conquistar, ni podrá llegar”.

El Historiador incitó a los presentes a que le preguntaran lo que deseaban saber, sus inquietudes, qué aspectos de la historia – “que es mi trabajo” – quisieran conocer y sobre la restauración.

¿Cuánto se ha realizado en la rehabilitación de La Habana Vieja y de otras ciudades del país?, fue una de las preguntas inevitables, a lo que Leal respondió: “se ha hecho mucho”.

“Cuando el trabajo no es creador – aseguró –, se vuelve una piedra pesada en la espalda; por eso, tenemos que convertir el trabajo en algo creador. A partir de eso es que podemos salir de lo que algunos llaman la enajenación”.

Leal hizo un recorrido por las diferentes etapas de su vida donde el sacrificio, la perseverancia y la vocación lo llevaron a lo que es hoy. “La lección es importante; había que tener conocimiento de lo de uno. Uno tiene que saber quién es, a dónde va, de dónde viene. Por tanto, nada es imposible”, aseveró. También se refirió a sus inicios en los trabajos de rehabilitación del Palacio de los Capitanes Generales – hoy Museo de la Ciudad – y al legado de su predecesor, Emilio Roig de Leuchsenring, en la preservación del patrimonio.

El también Director de la Red de Oficinas del Historiador y Conservador de la Ciudad, dijo que hoy la emigración del interior hacia la ciudad la hace más representativa: “Siempre hay que volver a empezar, pero se empieza con una experiencia acumulada de las cosas que nos permiten tomar decisiones. Pero hay que luchar porque los que viven aquí tengan un concepto de identidad de la ciudad. Es muy complicado”.

“Hay muchas cosas que no conocemos – asintió Leal –; por eso, como muchos de ustedes son muy jóvenes no entraron jamás en el Capitolio, una de las obras más grandes de la arquitectura y los estoy invitando a que lo vean por dentro en obra de restauración. Ustedes se van a quedar asombrados, sobre todo cuando sepan que fue licitado en 1927 y concluido totalmente en 1933. Es asombroso, teniendo en cuenta todo lo que hubo que hacer para construir ese edificio. El Capitolio tiene una historia bella y a mí me interesa mucho destacar lo bello”.

Leal anunció durante el intercambio con jóvenes y trabajadores del Ministerio de Comercio Interior que el próximo curso escolar se reabre la escuela primaria Rafael María de Mendive en Prado y Ánimas, “con el aula reservada donde estuvo José Martí y sus compañeros en una etapa de su vida”.

“Lo histórico – sentenció – no es solamente algo para contemplar, sino también para conocer: toda La Habana es bella, pero no cabe dudas de que el tiempo le ha dejado huellas graves. Aún bajo ese velo de decadencia, cuando uno restaura algo se levanta. Martí decía: los hombres van en dos bandos, los que aman y fundan, y los que odian y deshacen”.

“Nuestro empeño es grande y difícil, pero muy pocos creían en eso”, afirmó. Leal puso el ejemplo de la escultura de Martí inspirada en el acto de caer de su caballo en Dos Ríos, de la artista norteamericana Anna Hyatt Huntington, que hace 23 años visitara en Nueva York y quedara maravillado: “Tuve un sueño: hacer la copia y traerla a La Habana”.

Luego de varias y complicadas gestiones, comentó que la réplica de la escultura de José Martí se encuentra emplazada en el parque 13 de marzo, en la Avenida de las Misiones del Centro Histórico habanero. “Ahí está el resultado, 22 años de trabajo”.

“Entonces, La Habana Vieja es eso”, insistió. “Cuba es como es. Nadie puede modificarla; somos el fruto de una síntesis”.

Durante el conversatorio trascendió que se ha formado la Federación de Ciudades Históricas y Patrimoniales, lo que ha provocado un gran entusiasmo: “Hemos trabajado con el Conservador de Santiago para el cementerio; hemos estructurado con los historiadores de Camagüey, Trinidad y Sancti Spiritus las Escuelas Talleres donde el joven aprende los oficios de la restauración y la construcción”.

“Todas las ciudades de Cuba – continuó – han trabajado, y me llaman de distintos lugares del mundo para trasladar nuestra experiencia. Nuestra experiencia no es restaurar solo edificios; ahí están el Hogar Materno Infantil Leonor Pérez, el Centro de Niños Discapacitados, el del Adulto Mayor; ahí está el Convento de Belén, las Residencias Protegidas de la Tercera edad, las escuelas como la que les mencioné. Quiere decir que lo que le ha dado prestigio a la obra es su compromiso social”.

“La vida es una sola y es breve. Uno tiene que dedicarla para triunfar, no para no hacer. Cada uno de ustedes tiene la posibilidad de llenar su cometido”, sentenció.

“La vida demuestra que es muy importante servir a otro. Lo que hace falta es la condición humana y arriba de esa condición humana – que es el cimiento, que es lo que nos enseñaron nuestros padres, nuestra familia, la escuela, la sociedad y el tiempo – construimos el edificio de las ideas, y eso después se ejercita en la fraternidad de la unión, en la fraternidad del núcleo, en el seno de la organización obrera, en la vida cotidiana, en la familia. Hay mucho que hacer para aprender la historia, para buscar sobre qué base nos sostenemos”, concluyó Leal.

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