Fidelidad y lealtad

Por: Maria Karla Villar y Yoel Lugones Vázquez

Foto: Néstor Martí

“La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”, sentenció el Apóstol en uno de sus escritos. Su frase, como otras tantas, es tan verídica como actual. El pensamiento, la acción y los valores de las grandes personalidades quedan para siempre en el alma de quienes aprecian su empeño y muestran gratitud.
Justo este 13 de agosto, aniversario 95 del natalicio de nuestro Comandante Fidel Castro Ruz, quedó inaugurada una casa que lleva el nombre de uno de sus más fieles discípulos y seguidores: Eusebio Leal Spengler.

Foto: Néstor Martí

La Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), para beneplácito de los habaneros y visitantes, perpetúa con obras la grandeza de quien dio su vida por La Habana. En la otrora casa Arango y Parreño, situada en la céntrica calle de Amargura donde radicó el despacho del Historiador de la Ciudad de La Habana, se proyectó la creación de la Casa Eusebio Leal Spengler, una institución que pretende convertirse en referencia nacional de su pensamiento y oratoria, al tiempo que permitirá al público acceder a la institución con una nueva confección museológica.

Foto: Néstor Martí

Y qué mejor motivo para esta apertura que homenajear y recordar al líder histórico de la Revolución Cubana con la inauguración de la exposición “La llama del carisma”, con instantáneas que nos devuelven momentos en que Fidel y Leal compartieron juntos.

Foto: Julio Larramendi

Con la presencia de Luis Antonio Torres Iríbar, Primer Secretario del Partido en La Habana; Reynaldo García Zapata, Gobernador de la capital; Perla Rosales, Directora General Adjunta de la Oficina del Historiador; Luis Morlote, Presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), entre otras personalidades, se realizó este encuentro, donde también tuvo lugar un emotivo diálogo con Katiuska Blanco, biógrafa del Comandante, conducido por Magda Resik, Directora de Comunicación de la OHCH.
Blanco rememoró su cercanía con el Comandante, instantes que compartió con él, pero sobre todo la relación entrañable de amistad y trabajo que existió entre Leal y Fidel, quienes batallaron juntos por el patrimonio no solo de la capital, sino de toda la Isla.

Foto: Néstor Martí

Sobre el tema, Katiuska Blanco sentenció: “Para Fidel realmente el patrimonio más importante que la nación cubana tenía y que la cultura cubana tenía era el pueblo. Del pueblo nace lo más acabado, lo más primoroso, lo más trascedente de la cultura nacional. Todo tiene su raíz ahí. Lo que no la tenga está despegado de la nación. Por eso la vida de Fidel está dedicada a cambiar la vida de los demás, la vida del pueblo, y en eso el patrimonio era como el ámbito, el espacio, el respirar del pueblo también. Y Eusebio era una confluencia extraordinaria. Por eso no hay obra en el mundo como esta (…) No existe en el mundo una forma de intervención patrimonial como el de La Habana. Y ese espíritu de restauración se lo conceden Fidel y Leal, porque la primera preocupación de ese proyecto y de esa realización es la gente”.

Durante la velada también fue proyectado el material “Fidelidad y lealtad”, dirigido por Joel Guerra y realizado por la Productora de Audiovisuales de la OHCH, en el que a través de la voz del Historiador se evoca la figura siempre presente del Comandante.

Foto: Néstor Martí

El título de la muestra, “La llama del carisma” – con curaduría de Argel Calcines, Director de “Opus Habana” y que contó con la colaboración de un equipo de la OHCH –, hace referencia a un texto que Leal trabajó describiendo el perfil de Fidel. Varios objetos vinculan de forma espiritual y material al líder de la Revolución Cubana con el principal artífice del proyecto de rehabilitación de La Habana Vieja. Estos podrán ser apreciados también en la nueva institución que acoge el Centro Histórico habanero.

Foto: Néstor Martí

Casa Eusebio Leal Spengler para utilidad de la nación

La Casa Eusebio Leal Spengler es una feliz iniciativa que ha tenido la OHCH para mantener vivo el espíritu, las enseñanzas y el pensamiento de nuestro eterno Historiador.
Tres de sus principales salas han quedado inauguradas este viernes 13 de agosto: la Sala de los Honores (con una representación de las principales distinciones nacionales e internacionales otorgadas al Historiador de la Ciudad de La Habana); la Monográfica (dedicada a conocer la historia y el proceso de rehabilitación de la antigua casa Arango y Parreño); y la Sala Transitoria, que acoge la citada exposición representativa de la entrañable relación entre Leal y Fidel.

También se ha conservado el último despacho de Leal con objetos que él apreciaba y conservaba con profundo celo. Entre ellos, uno muy especial: un retrato pequeño que le regalara el Comandante a finales de los 90 del siglo pasado, y que perteneció al despacho de Fidel. Con una letra muy estilizada, Leal apuntó el día y la hora en la noche, cuando Fidel, en uno de esos encuentros tan importantes que ellos mantuvieron durante mucho tiempo, se lo regala.

Gracias al apoyo de diversas instituciones y personas que han venido colaborando directamente con Leal y que son fieles intérpretes de su pensamiento, así como de otras instituciones de la propia OHCH, ha sido posible la creación de una institución que trabajará al unísono en dos líneas fundamentales: la investigación y la museología. La primera de estas se realizará a partir de la exhaustiva indagación e interpretación del pensamiento, la obra y la acción del eterno Historiador de La Habana.

Foto: Néstor Martí

Y es que se pretende que la Casa Eusebio Leal sea el referente cuando se hable de él, para seguir construyendo su idea de lo que debe ser el Centro Histórico, y prevalezca la importancia que tiene él mismo para la nación cubana. En este propósito, la institución afianzará alianzas con personas y centros dedicados al campo de la investigación y cuyos temas de análisis guarden relación con el rescate de la memoria del Historiador.

Foto: Julio Larramendi

Igualmente, el nuevo espacio se trazará como objetivo continuar conformando una síntesis cronológica de la vida y obra de Leal que, aunque ha sido un trabajo ya iniciado en investigaciones precedentes, debe dársele continuidad prestando mayor atención a la última etapa de su vida.

Será la Casa Eusebio Leal Spengler una simbiosis entre una institución museológica y un sitio donde las presentes y futuras generaciones puedan nutrirse de la grandeza de un hombre que no solo pensó en una Habana diferente, sino que la hizo realidad.

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