La Habana: Atlántida de El Caribe que se ve todavía

noviembre 23, 2011

En la tarde de este viernes, culminó en esta capital la XIV Convención Internacional de Ordenamiento Territorial y Urbanismo “Cultura, territorio y ciudad”. Durante la sección de clausura el Doctor Eusebio Leal Spengler, ofreció una conferencia a los delegados sobre la restauración integral que se realiza en el Centro Histórico habanero.
Ante representantes de cerca de 15 naciones, el Historiador de la Ciudad disertó sobre la ingente preocupación que se tiene por la arquitectura moderna y contemporánea. “Soy partidario de incorporar en los Centros Históricos elementos contemporáneos hechos por aquellos que sepan hacerlo. Si son mediocridades no vale la pena” -y subrayó-: “hay que bajar al fondo del mar y proteger la perla verdadera, sea australiana o japonesa, antes de colocar una mayólica hecha con escamas de pescado”.
Para Leal lo más importante y necesario es que se cultive el talento y exista la posibilidad, porque en arquitectura y en urbanismo –apuntó- hacen falta recursos, medios, mecenazgo, y para eso hace falta la voluntad política del Estado.
Los asistentes al evento recibieron una explicación detallada del arduo proceso de restauración que realiza la Oficina del Historiador de La Habana. Además, a través de imágenes que muestran el antes y el ahora de edificaciones patrimoniales, los presentes pudieron comprobar cómo La Habana va resplandeciendo al rasgar en algunas partes ese velo de decadencia que, lamentablemente, aún cubre la ciudad.
El Historiador habló, también, del amplio programa sociocultural que se realiza en la parte más vetusta de la ciudad; rememoró a su maestro, el Doctor Emilio Roig de Leuchsering y agradeció a aquellos que a lo largo de los años han apoyado al Centro Histórico.
A pocos días de conmemorase el aniversario 492 de fundada la Villa de San Cristóbal de La Habana, Eusebio Leal llamó a unir fuerzas, “todas las imaginables, todas las posibles”, porque estamos –como él definiera- “en posesión de una ciudad bella y magnífica que se llama La Habana. Y más que una ciudad, es una leyenda; es una especie de Atlántida del Caribe que se ve todavía”.
En la tarde de este viernes, culminó en esta capital la XIV Convención Internacional de Ordenamiento Territorial y Urbanismo “Cultura, territorio y ciudad”. Durante la sección de clausura el Doctor Eusebio Leal Spengler, ofreció una conferencia a los delegados sobre la restauración integral que se realiza en el Centro Histórico habanero.
Ante representantes de cerca de 15 naciones, el Historiador de la Ciudad disertó sobre la ingente preocupación que se tiene por la arquitectura moderna y contemporánea. “Soy partidario de incorporar en los Centros Históricos elementos contemporáneos hechos por aquellos que sepan hacerlo. Si son mediocridades no vale la pena” -y subrayó-: “hay que bajar al fondo del mar y proteger la perla verdadera, sea australiana o japonesa, antes de colocar una mayólica hecha con escamas de pescado”.
Para Leal lo más importante y necesario es que se cultive el talento y exista la posibilidad, porque en arquitectura y en urbanismo –apuntó- hacen falta recursos, medios, mecenazgo, y para eso hace falta la voluntad política del Estado.
Los asistentes al evento recibieron una explicación detallada del arduo proceso de restauración que realiza la Oficina del Historiador de La Habana. Además, a través de imágenes que muestran el antes y el ahora de edificaciones patrimoniales, los presentes pudieron comprobar cómo La Habana va resplandeciendo al rasgar en algunas partes ese velo de decadencia que, lamentablemente, aún cubre la ciudad.
El Historiador habló, también, del amplio programa sociocultural que se realiza en la parte más vetusta de la ciudad; rememoró a su maestro, el Doctor Emilio Roig de Leuchsering y agradeció a aquellos que a lo largo de los años han apoyado al Centro Histórico.
A pocos días de conmemorase el aniversario 492 de fundada la Villa de San Cristóbal de La Habana, Eusebio Leal llamó a unir fuerzas, “todas las imaginables, todas las posibles”, porque estamos –como él definiera- “en posesión de una ciudad bella y magnífica que se llama La Habana. Y más que una ciudad, es una leyenda; es una especie de Atlántida del Caribe que se ve todavía”.