La Habana: perenne símbolo romántico

diciembre 8, 2011

Por: Mario Cremata Ferrán / Tomado de Opus Habana

Eusebio Leal Spengler participó el martes 6 en la inauguración del II Congreso de Medio Ambiente Construido y Desarrollo Sustentable (MACDES) 2011, que sesionó hasta este viernes en el cabaret Parisien, del Hotel Nacional de Cuba, y reunió a especialistas de una veintena de países, de diversas disciplinas relacionadas con la Arquitectura y el Planeamiento urbano.
El Historiador de la Ciudad ofreció una conferencia sobre la gesta rehabilitadora del Centro Histórico capitalino, que abarcó los orígenes de La Habana intramural, la expansión progresiva, las etapas del diseño de una urbe «suavemente reclinada junto al mar, donde no sólo lo pretérito, sino lo moderno, dejó una huella indeleble», así como el proceso de restauración de plazas e inmuebles desde 1980 hasta la actualidad.
Leal realizó además un recorrido comparativo entre esta y otras ciudades del continente, herederas de la huella española, como Santiago de los Caballeros (República Dominicana) y Cartagena de Indias (Colombia), donde resalta el parecido con sitios históricos de España.
Respecto al criterio de intervención que siguió en el entorno habanero la Oficina del Historiador, subrayó que no era posible un punto de vista monodireccional, de ahí que se creara un Plan Maestro con voluntad y visión de futuro, que plantea «no la momificación de la ciudad, porque aquí también se cae lo que no podemos salvar, sino que defiende el sentimiento de la preservación, aunque conlleve construir con criterio moderno dentro de lo viejo cuando sea preciso»; «pero tampoco puede ser una aventura», advirtió.
Finalmente, el también presidente de la Comisión Nacional de Monumentos, comentó una presentación de imágenes que recoge las fases del proceso de restauración iniciado en 1980, que ha devuelto el esplendor a La Habana, y explicó que en este momento se trabaja en 190 obras, de las cuales se terminarán en los próximos días 98 viviendas.
«La obra de la cultura es una creación imperfecta, nunca se termina, por tanto la ciudad también es una obra inacabada, un símbolo romántico», recalcó.