Eusebio Leal Spengler ~ Historiador de la Ciudad de La Habana ~
Por: Maria Karla Villar Mora / Fotos: Alexis Rodríguez
“El Centro Histórico de La Habana hacia un modelo de ciudad inteligente con énfasis en el fomento de la economía creativa, en el marco del 500 Aniversario de la Fundación de la Ciudad” será el nuevo proyecto que implementará la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH) de conjunto con la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas, gracias al financiamiento de la Unión Europea y el co-financiamiento del Ayuntamiento de Barcelona.
Al acto oficial de inicio de esta acción asistieron el Doctor Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana; Alberto Navarro, Embajador de la Delegación de la Unión Europea en Cuba; Joan Subirats, Teniente de Alcalde de Cultura, Educación, Ciencia y Comunidad; entre otros representantes de los estados miembros de la Unión Europea en la isla así como directivos y profesionales de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.
Como objetivo general, este proyecto persigue fortalecer las capacidades locales e institucionales de la OHCH para asegurar la sostenibilidad del patrimonio cultural mediante un modelo de ciudad inteligente y creativa, explicó Eritk Guerra, Director de Informática y Comunicaciones de la OHCH y del proyecto:
“Este es un proyecto novedoso en nuestro contexto porque realmente intenta, por un lado, aprovechar todo el modelo de gestión que la OHCH ha venido desplegando en el Centro Histórico en los últimos 25 años, pero que a la vez también utiliza y se nutre de la experiencia que hemos acumulado en el despliegue de una estrategia del uso de las tecnologías de la informática y las comunicaciones, las cuales hemos implementado en función de la gestión institucional, del desarrollo local, de la atención a los ciudadanos. También, aprovecha el desarrollo tecnológico que a nivel mundial ha ocurrido con estos nuevos paradigmas que se están imponiendo de ciudad inteligente y moderna, entendida no como un derroche tecnológico, sino simplemente cómo hacer que nuestra ciudad, nuestros ciudadanos, las instituciones que funcionan en ella, puedan hacer su trabajo de forma más coherente. Ese es nuestro sueño, nuestro deseo: lograr un modelo de ciudad inteligente, con personas inteligentes, en las que trabajemos de una manera sostenible de acuerdo a nuestras posibilidades; sin intentar imitar a una ciudad del primer mundo porque evidentemente no lo somos”.
La iniciativa será implementada durante un periodo de cuatro años en la parte más añeja de la capital cubana. Entre los resultados que se estiman se encuentra mejorar las capacidades de las autoridades locales para trabajar en un marco común de cooperación internacional que propicie la transferencia de conocimientos y buenas prácticas en este sentido; así como a través del modelo piloto implementado, garantizar la accesibilidad universal a los servicios públicos y culturales del Centro Histórico habanero.
Alberto Navarro, Embajador de la Delegación de la Unión Europea en Cuba, consideró que este será otro de los principales proyectos en los que actualmente la institución que representa apoya a Cuba en su implementación. Entre ellos se enumeran ya el proceso de digitalización, la restauración y puesta en marcha del Convento de Santa Clara como Centro de formación Académica en Artes y Oficios de la Restauración y Conservación del Patrimonio de Cuba, el Caribe y las Antillas, y el corredor cultural de la calle Línea, por solo citar algunos.
“Este proyecto es un verdadero ejemplo de por dónde quiere avanzar la Unión Europea con Cuba desde el respeto, pero también aportando nuestras experiencias; sabiendo que buscamos todos vivir en ciudades sostenibles en donde, con las industrias creativas y culturales, los ciudadanos se sientan realmente partícipes y actores en su vida diaria. Esperamos recibir mucha inspiración de nuestros amigos cubanos que en esto son verdaderos maestros: en la creatividad, en aprovechar al máximo cualquier oportunidad que se brinde. Nos gustaría que en esa línea (…) aprendamos unos de otros y que dentro de unos años digamos que ha valido la pena”.
Ocho pilares fundamentales regirán este proyecto recién iniciado. La infraestructura relacionada con la conectividad pública, la gestión pública eficiente y transparente, el cuidado del medio ambiente a través de un sistema de iluminación inteligente y la utilización de sensores para apoyar los estudios medioambientales, así como temas vinculados a la seguridad ciudadana y la protección del patrimonio son algunos de los que destacan.
Durante el acto, realizado en el Centro para la Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba-Europa, inmueble emblemático y simbólico de la actual colaboración del antiguo continente con la isla caribeña, Joan Subirats, en representación del Ayuntamiento de Barcelona, expresó el honor de estar acompañando a La Habana “en materia de cooperación desde el año 1993, en un momento especial para Cuba y en el cual se produjo un hermanamiento entre las ciudades (Barcelona y la Habana), a partir de la cual la capacidad de proyección de esa colaboración basada en el respeto se ha podido seguir produciendo”.
Subirats también se refirió a la importancia que le conceden a que La Habana se plantee impulsar la coordinación institucional y aprovechar ese cambio para modernizar muchas estructuras al servicio de la gente, e hizo énfasis en la voluntad de conseguir ciudadanos inteligentes en la ciudad inteligente, “no ser simplemente sujetos pasivos ante el cambio tecnológico sino ser sujetos activos”, una aspiración en que las industrias creativas pueden ser excelentes aliadas.
En este sentido, Patricia Rodríguez Alomá, Directora de Plan Maestro de la OHCH, se refirió al valor de la integralidad del desarrollo, ya recogido en el Plan Especial de Desarrollo Integral, un instrumento realizado de forma participativa en el Centro Histórico habanero.
“Estamos pensando en ciudades inteligentes en un momento en que tenemos por delante una serie de retos con el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible, con la agenda 2030, que son compromisos globales en los que están involucrados todos los estados del mundo”.
Además de las características de este proyecto como una acción novedosa, Rodríguez Alomá destacó la importancia de contar ya con la Red de Ciudades Patrimoniales de Cuba, nacida de la experiencia de La Habana en otras 10 ciudades, como continuación de “la doctrina del Doctor Eusebio Leal Spengler con respecto a cómo gestionar integralmente los lugares que tienen altos valores patrimoniales”.
Este proyecto constituye una esperanza para usar las nuevas tecnologías al servicio de los ciudadanos con la facilitación de trámites y hechos cotidianos de un habanero de hoy, poniendo a su disposición nuevos conceptos que contribuyan a su superación y satisfacción personal con el apoyo de las industrias creativas.
Cuatro años transcurrirán para que La Habana se convierta en un modelo de ciudad inteligente, con ciudadanos cada vez más capaces y creativos. El proyecto ya está iniciado. Queda ahora continuar los esfuerzos por hacer de la capital cubana una ciudad más acorde a su tiempo actual, sin perder su esencia y las riquezas patrimoniales que aún conserva.
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