Eusebio Leal Spengler ~ Historiador de la Ciudad de La Habana ~
Por: Elaine Caballero
El artista Julio Larramendi bien sabe cómo captar la esencia de las ciudades patrimoniales de la Isla. Como cronista visual, su quehacer va más allá de lograr fotografías de gran calidad estética, permeada de sutilezas y con ciertos aires de misterio. Nos devela lo místico e inhóspito, a veces inadvertido ante el ojo humano y la prisa diaria.
Su más reciente muestra Ciudades Patrimoniales Cubanas fue inaugurada este miércoles 14 de noviembre en el habanero Palacio de Lombillo, y podrá ser vista hasta el 20 de noviembre.
La cita contó con la presencia del Historiador de la Ciudad de La Habana, Doctor Eusebio Leal Spengler, quien en sus palabras de apertura elogió el trabajo de Larramendi y recibió de manos del propio artista, un libro añorado sobre la historia del café en Cuba, de Francisco Pérez de la Riva.
En su intervención, el Doctor Leal explicó los inicios de la Red de Ciudades Patrimoniales de Cuba, como resultado de una necesidad para establecer acciones mancomunadas en esas urbes.
“El tiempo pasó y fue necesario unir las ciudades – afirmó el Historiador –, y tratar por todas las vías de que formaran un discurso en que la unidad respetara la absoluta singularidad de cada una de ellas. Cada una con su estilo y esa propia dualidad de historiadores y conservadores es porque siempre quise respetar la identidad de los principales protagonistas en el discurso de la restauración”, añadió.
Son hombres que desde su trinchera han puesto el corazón para conservar el patrimonio de su ciudad. “(…) Recordaba al decano que está en Baracoa, Alejandro Hartman, o la admirable tarea del historiador José Rodríguez en Camagüey, y la de Irán Millán en Cienfuegos”.
El también Director de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de Ciudades Patrimoniales reconoció asimismo las disímiles labores de remodelación en Matanzas por su aniversario 325, “bajo el apoyo y la dinámica de Leonel Orozco – conservador de esa urbe –, quien llevó hacia adelante y concluyó la obra de restauración de uno de los teatros más bellos de esta latitud del mundo, que es el teatro Sauto. Y desde luego los monumentos que rodean a la bella ciudad de los puentes”.
Una vez finalizado este encuentro, Leal asistió a la cancelación del Sello Conmemorativo por los 90 años del Hotel Presidente, acto realizado en este emblemático edificio, fundado en 1928, y conocido como el decano de los rascacielos cubanos.
“De los 500 años de La Habana, 90 le pertenecen al Hotel Presidente – puntualizó el Historiador –. El Hotel se inauguró en los momentos en que el más bello palacio legislativo se había construido en La Habana: el Capitolio Nacional, cuya restauración concluirá el próximo año. Obra que en los próximos días permitirá conocer nuevos espacios y plazas interiores”.
Pero no fue el único suceso arquitectónico relevante de la época. Por aquellos años se inició también “la construcción del Hotel Nacional, preparado para recibir a las delegaciones de presidentes que llegaban de todas partes del mundo para aquel magno acontecimiento, que fue la siembra del árbol en el Parque de la Fraternidad Americana, y la Conferencia Panamericana a celebrarse en Cuba”, destacó.
“El Hotel — señaló el Historiador — es un símbolo de calidad, de distinción, de dignidad. Al mismo tiempo es una arquitectura que se integró amablemente a la de La Habana, donde no se puede definir un estilo preciso, donde se mezclan el dulce eclecticismo que tanto agradó a los cubanos. Donde están, en las imposturas del Hotel, en las motivaciones, en los escudos y en los salones, los usos y costumbres propios de esa época”.
“Los turistas — advirtió — no viajan para vivir en hoteles (…). El turismo se hace en las calles, caminando, visitando museos y amigos. Pero cuando un hotel reúne cualidades como este, vale la pena quedarse un tiempo más”.
Compartir