Eusebio Leal Spengler ~ Historiador de la Ciudad de La Habana ~
Por: Elaine Caballero Sabugueiro / Fotos: Alexis Rodríguez
El Historiador de la Ciudad, Doctor Eusebio Leal Spengler ofreció una conferencia magistral en la mañana de este lunes 27 de mayo en el Ministerio de Finanzas y Precios, a propósito del aniversario 25 de esta institución.
Cerca de una hora habló a los trabajadores de la entidad sobre la historia patria, los grandes hombres de Cuba y la importancia de la restauración, disciplina indispensable para preservar la memoria histórica.
En sus palabras iniciales recordó los inicios de la Oficina del Historiador de Ciudad de La Habana, fundada en 1938 por Emilio Roig de Leuchsenring, su maestro a quien calificó como “un hombre absoluto”.
El primer historiador de la ciudad, Roig, estudió la carrera de Derecho, al decir de Leal Spengler, “una de las dos profesiones, junto con la Medicina, que más han contribuido a edificar el carácter de la nación”. Para ilustrar su afirmación, se refirió a grandes intelectuales cubanos que se graduaron de esta profesión, entre ellos, Carlos Manuel de Céspedes, José Martí, Ignacio Agramonte y Fidel Castro Ruz.
El Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas explicó también la existencia en la Isla de “la paradoja del colonizador y el colonizado. Somos hijos de la emigración y de lo que el colonialismo español avocó sobre El Caribe: la esclavitud africana, la huella apenas perceptible del indio, todo lo cual constituye nuestra singularidad”.
Cuba es una mezcla de razas, culturas y religiones que se expresan en el rostro de sus hijos. El Historiador precisó que si en ese instante se tomara una fotografía del encuentro, el resultado sería “todos los matices del cubano (…) los que vinieron del Oriente, China, Japón, así como de los pueblos de El Caribe y de la colonización francesa en el Occidente, en Santiago y más tarde en Cienfuegos”.
En un segundo momento rememoró cómo llegaron los principales alimentos de la canasta básica de hoy en día, dígase el arroz traído desde las Islas Filipinas pasando por China, el Galeón de Acapulco hasta México.
“Vino también desde Santo Domingo por mandato del virrey, nieto de Cristóbal Colón, el cual decide que se cultive arroz para suplir la necesidad de los recién llegados”. Con respecto al frijol y al tomate precisó su introducción en Cuba traídos de Centro América, mientras que la primera pareja de ganado porcino la trajo Cristóbal Colón a Santo Domingo.
Años atrás, el Doctor Leal acudió en varias ocasiones al Ministerio de Finanzas y Precios por múltiples razones. Visitaba a los Ministros que en aquel entonces radicaban en ese sitio con el propósito de solicitarse productos necesarios para la actividad de conservación, leitmotiv del Centro Histórico habanero.
“La lucha por restaurar es complicada, porque es una lucha de la memoria contra el olvido. Solo se puede ir al futuro desde el pasado – ratificó –. De ahí que una de las apelaciones más intensas de Fidel, a lo largo de su vida política, fue apoyarse en la memoria del pueblo cubano”.
Después de analizar el concepto de Revolución formulado por el Comandante en Jefe, lo calificó como uno de los momentos más brillantes de su vida política al “sintetizar la gran idea”.
Sus próximos argumentos en la conferencia magistral estuvieron dirigidos nuevamente a corroborar el arduo y demandante trabajo de restauración: “han sido dificultades enormes, tropiezos magníficos, sacrificios extraordinarios. Hoy es mucho es mucho más fácil porque a pesar de lo que creemos, el pueblo es depositario de un conjunto de conocimientos, que sirven de base a lo que llamamos su cultura”.
El Historiador siempre ha defendido el criterio de que la remodelación y conservación del patrimonio es “tratar de persuadir y convencer de que es necesario pensar”.
Con el comienzo del Período Especial en la década de 1990, Fidel ideó una estrategia para hacer sustentable la restauración. El Centro Histórico contó entonces con nuevas facultades legales, con las cuales se consolidó el principio de autoridad.
Posteriormente, Leal Spengler habló de la belleza de La Habana expresada no solo en la parte más antigua de la ciudad, sino en los diferentes municipios: el Cerro, Jesús del Monte, “cada uno con su personalidad”, aseguró.
Con motivo del aniversario 500, numerosas obras arquitectónicas se ejecutan en estos momentos. Así lo hizo saber en el encuentro, donde informó sobre la culminación de 142 viviendas en la calle Lamparilla, junto a un gimnasio y un hogar de ancianos. También en el emblemático Prado se erige “la escuela más bella, la Rafael María de Mendive”.
“Para hacer las obras sociales hay que estar tocando a los corazones y las puertas en todas partes del mundo”, sentenció.
La mejor manera de ilustrar el arte de la remodelación es presenciar su proceso constructivo. Por tanto, el Doctor Leal Spengler invitó a los trabajadores a realizar una visita guiada al Capitolio de La Habana el próximo mes de junio.
De esta forma, los trabajadores del Ministerio de Finanzas y Precios podrán apreciar con ojos propios la belleza del coloso palacio habanero y su épica reparación.
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