Eusebio Leal Spengler ~ Historiador de la Ciudad de La Habana ~
Por: Thays Roque Arce
Este viernes 6 de abril la sede Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) acogió un encuentro con los jóvenes pertenecientes a la organización, en la víspera de las celebraciones por el 1ro. de mayo. Al acto asistió el Historiador de la Ciudad de La Habana, el Doctor Eusebio Leal Spengler.
El Historiador sostuvo un encuentro con quienes representan la vanguardia sindical de la provincia: hombres y mujeres procedentes de las principales instituciones de nuestro país, quienes pidieron a Leal Spengler disertar sobre los 150 años del inicio de las gestas por la independencia de Cuba, y los valores de la sociedad actual.
El punto de partida del diálogo: “¿Cómo ver lo que ocurrió en el 68 del siglo XIX en Cuba, quiénes fueron sus principales protagonistas y cuál fue el mérito histórico de aquella vanguardia? Una vanguardia selecta y aguerrida, que rompe el muro que parece impenetrable y que detrás de él desencadena a las fuerzas populares (…) Y entonces, como en un parto, la sociedad pone sobre el terreno a un grupo de figuras o una sola que es capaz de desencadenar el proceso. Son el motor pequeño que desencadena una fuerza mayor”.
“Así son las revoluciones”, continuó el Historiador: “varios intentos y finalmente se enciende el motor que desencadena el movimiento, y ese fue el 68. Fidel, cuando analiza ese proceso en el discurso del 10 de octubre en La Demajagua, produce una sentencia total, esclarecedora, absolutamente dialéctica – pone las cosas en tiempo, forma y lugar –. Dice: Nosotros, entonces, habríamos sido como ellos; ellos hoy, habrían sido como nosotros”.
A 150 años del levantamiento insurreccional, Leal Spengler lo definió como un “proceso social, liberador, político por su naturaleza, teniendo en cuenta que estaba vigente la esclavitud en Cuba” (…) “Cuando el primero de enero triunfa la Revolución, la única que existió desde Céspedes, encabezada por Fidel en esta etapa, apenas habían pasado siete décadas de la abolición de la esclavitud”, recordó.
“El 10 de octubre fue el desencadenamiento de esa fuerza popular, y le precedieron exilios, cadalsos, confiscaciones, persecuciones, restricciones de todo tipo, hasta que fue creándose la condición indispensable para que en medio de la apatía, de la situación de resignación, surgiera ese nervio vital que es capaz de conmover la historia como la cuerda de una guitarra”, sentenció el Director de la Red de Oficinas del Historiador y el Conservador de las Ciudades Patrimoniales.
“Nuestra misión no es darle tijera a la historia. Está muy bien entresacar pensamientos, tomar exergos de las palabras, leer los aforismos de [José de la] Luz y Caballero, pero lo que realmente enciende el espíritu cultural de una generación, es la obra completa, a la cual se puede llegar siempre por diversos caminos. Por ejemplo, a Martí se puede llegar por lo que él mismo definió como sus Versos Sencillos, donde detrás de cada línea hay un universo infinito”.
Para hablar de los valores que por la intensidad de sus autores marcaron el curso de la historia, acudió a las personalidades que protagonizaron el intenso periodo. Desde Carlos Manuel de Céspedes e Ignacio Agramonte hasta José Martí, Antonio Maceo, Máximo Gómez y Calixto García. Para descubrir la personalidad de los padres de la patria, llamó a acercarse a la obra de aquellos que ante de ser héroes y mártires, fueron hombres.
Por ejemplo, dijo, la poesía de Martí, los versos de amor, los epistolarios de Antonio Maceo e Ignacio Agramonte, son una “entrada que deslumbra” ante quienes realmente son. “Nos vamos acercando al hombre para poder entender lo que es capaz de hacer”, sugirió Leal Spengler en su llamado.
El Historiador de la Ciudad de La Habana resaltó el valor del sacrificio, de la entrega incondicional, y señaló la claridad del concepto de Revolución dado por el Comandante en Jefe, Fidel Castro, como el momento más brillante de su conceptualización de la historia.
“Leamos el concepto de Revolución, pero no lo convirtamos en una lápida. Vamos a ir lentamente leyendo cada una de las categorías y vamos a ver qué hay detrás de cada una de ellas, qué señalamientos, qué previsión, qué elogio de cualidades y virtudes que son la verdad, el internacionalismo, la fraternidad, la dignidad humana, el enfrentamiento de las poderosas corrientes. Cuba no está sola en el mundo, está acompañada. Está demostrado”.
Ante la pérdida de los valores en la sociedad, llamó a identificarlos en los hombres que siempre hemos admirado, y definió los más importantes como colofón de la cita:
“Primero, amor a los que nos trajeron al mundo, a nuestra familia, a nuestros padres; segundo, el gran amor, una vez que lo hemos tenido corresponder a él con la misma pasión con que Amalia y Agramonte se amaron; tercero, seamos fieles, y cultos porque no es posible desarrollar la victoria sin cultura. Las revoluciones, como afirmó categóricamente Fidel, son hijas de las ideas y de la cultura; y por último, no vamos a desmayar cuando existan dificultades y problemas, pero debemos ser originales siempre, no aburrir a nadie con la elocuencia inútil. Estamos aburridos de las palabras huecas, se necesita responder a ella con la obra, y solo así triunfaremos”.
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