Eusebio Leal Spengler ~ Historiador de la Ciudad de La Habana ~
Por: Eydi Sanamé Flores
En 1591 el italiano de 31 años Cristóbal de Roda llegó a La Habana por orden del Rey de España para construir parte del sistema defensivo de la ciudad. Él, como el resto de su linaje, dejó una huella en el nuevo mundo prestigiada por un nombre, Antonelli. La legendaria obra de la familia puede ser apreciada desde hoy mediante una exposición permanente, “Maestros de defensa a la Corte del Rey de España en el siglo XVI”, en el Castillo de San Salvador de La Punta.
Ante la presencia de Tancredi Francese, Consejero de la Embajada de Italia, y otras autoridades de dicho país, el Historiador de la Ciudad de La Habana, Doctor Eusebio Leal Spengler, en sus palabras de apertura, explicó el valor legado por los Antonelli, quienes “trabajaron durante siglos para proteger, defender y convertir en inmortal a La Habana”.
“Los magníficos constructores italianos – que habían avanzado de lleno en la ideología del renacimiento – crearon un nuevo sistema de fortificaciones. Desaparecía la torre como el concepto del momento, para surgir el castillo renacentista formado por ángulos, protegidos y al mismo tiempo defendidos por un arma que se encontraba en una permanente evolución, el arma de artillería”, recordó Leal.
“En este contexto – continúa – aparecen los Antonelli, que forman una familia, el padre, el hijo, los sobrinos, como Cristóbal de Rodas, quien trazó el diseño de la muralla de La Habana”.
Según resumió Francese previamente, la obra de los Antonelli es “un patrimonio común en La Habana, que tienen Cuba e Italia”.
Leal, por su parte, señaló que el Castillo de San Salvador de La Punta “tiene la fortuna de conservar la firma en piedra del maestro”, lo cual representa un privilegio.
“Cuando visité Gatteo hace tantos años – evocó el Hisotriador – fue impresionante, porque la imaginaba como una ciudad fortaleza, y encontré algo diferente. La memoria de Antonelli era apenas exhumada de los documentos de los donativos realizados por la familia para la construcción de un hospicio, y finalmente, su dispersión por América. Tanto en La Habana, como en Cartagena de Indias, o en cualquier sitio fortificado de lo que fue llamado el mediterráneo español, aparece la gran obra constructiva de la familia”.
Las maquetas y paneles que el público podrá apreciar, son resultado de la colaboración entre la Oficina del Historiador y su proyecto A+ espacios adolescentes; la Unesco; el Instituto Técnico Garibaldi-Da Vinci, de Cesena, en Italia; y el Centro de Investigación sobre la obra de los Antonelli, Ecoinstituto, también de dicho país.
La de los Antonelli es una historia reciente, que el público cubano tiene ahora la oportunidad de descubrir. Solo desde hace una década el Ecoinstituto ha logrado reunir los documentos que evidencian el trabajo de casi un siglo, realizado por dicha familia.
Según Mauro Morganti, Coordinador General del proyecto por la parte italiana, “se trata de un trabajo conjunto durante casi tres años, el cual incluyó inicialmente el estudio de las obras de defensa que los maestros italianos realizaron para la corona española en África y en gran parte de Centroamérica.
”En Cuba son célebres – de autoría de los Antonelli –, el Castillo de los Tres Reyes del Morro y el Castillo de San Salvador de la Punta, al igual que el de Santiago de Cuba y otras fortificaciones en Panamá”, explicó Morganti.
Estudiantes del Instituto Garibaldi-Da Vinci y adolescentes del proyecto A+, elaboraron las nueve maquetas de la fortificaciones de los Antonelli alrededor del mundo: el Castillo de Gatteo y los Muros de Lucca en Italia; el Castillo de Santa Bárbara en Alicante, España; y el Castillo San Salvador de La Punta, en La Habana.
Este último, en palabras de Eusebio Leal, “lleva, además, la atribución de ser uno de los tres que arman el castillo de La Habana en el escudo de la capital, tres torres de plata y una llave de oro; recordando las palabras que un día se dijeron sobre la ciudad: ‘Tú eres la llave del nuevo mundo y el antemural de las Indias de Occidente, Tú eres la más occidental margarita de la corona española’”.
Bajo el reinado de Carlos I, Felipe II, Felipe III y Felipe IV, durante nueve décadas, los Antonelli diseñaron el sistema de fortificaciones de la corona española en dicho país, y también en Portugal, África del Norte y el Caribe Americano. La familia de arquitectos e ingenieros hidráulicos y militares – apelativo que se les otorgó en su época – dejó a la posteridad nombres como el pionero Juan Bautista, Bautista, su hermano, y Cristóbal de Rodas, sobrino de ambos, quien hizo en la Habana, además, todo un monumento, el Castillo de Los Tres Reyes del Morro, que en palabras de Leal “resistió el asedio inglés durante dos meses”.
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