Legar es nuestro mayor desafío

Por: Eydi Sanamé Flores /  Fotos: Alexis Rodríguez

El número 51 de la revista “Honda” fue presentado en la tarde de este miércoles 24 de enero por el Historiador de la Ciudad de La Habana, Dr. Eusebio Leal Spengler.
Este nuevo número de la publicación de la Sociedad Cultural José Martí está dedicada al 165 aniversario del natalicio del Apóstol y tiene en su portada una fotografía del emblemático monumento próximo a inaugurarse el 28 de enero, junto a un artículo del Historiador a propósito de la fecha.
“La preocupación mayor de la Sociedad Cultural, del Centro de Estudios Martianos, de toda la institución revolucionaria, es precisamente que todo cuanto hay de bueno y grande en la historia de Cuba, que Martí encarnó, se logre echar como un torrente sobre el alma de los jóvenes, de los adolescentes, y de todo hombre o mujer que se considere joven para siempre”, reflexionó Leal.

“Su pensamiento es siempre salvador – dijo –; es un pensamiento de profunda regeneración, sobre todo en la época que le tocó vivir, cuando parecía que naufragaban, como hoy, los sueños fundacionales de las repúblicas americanas”.
Para Leal, “nuestras repúblicas enfrentaban entonces el legado de una independencia que había dejado intacto el legado de unas instituciones y privilegios del trono y del altar. Faltaba esa victoria del pensamiento racional, y esa victoria de la unidad, que es la que nos permite estar reunidos en el día de hoy”.
El emotivo encuentro estuvo signado por ser el primero sin la presencia física de Armando Hart Dávalos, una figura crucial en “la revolución de las estructuras culturales en Cuba y en el conocimiento del pensamiento martiano” en palabras de Leal: “Se ha evocado con mucha razón a Armando Hart, porque en la medida en que su pensamiento fue acercándose en el tiempo, se hizo más radical, más consecuente y, al mismo tiempo, realizó una apertura que nacía de su condición humana, de su condición revolucionaria, y de su fidelidad al pensamiento de Fidel”.

“Fidel – continuó el Historiador – quiere decir fiel. Fidel fue fiel a Martí y Armando lo fue a Fidel y a Martí. Tuvo ese sentido de la fidelidad única, porque, como afirmó el primero, la Revolución cubana fue una desde que el Padre de la Patria, el 10 de octubre de 1868, se pronunció finalmente en lo que era el desafío mortal real: tomar las armas contra un adversario que parecía inderrotable”.
Según el también Director de la Red de Oficinas del Conservador y del Historiador de la Isla, Hart Dávalos fue consecuente en todas las formas, “en la iluminada juventud de su generación, en la espalda lacerada por los golpes, en la prisión, en la clandestinidad, y luego en el poder político. Ya como Ministro de Educación, ya como alta figura en el seno del Partido Comunista de Cuba, y posteriormente en su misión como Ministro de cultura, que fue trascendental, por él y por el equipo que lo acompañó, sucediendo a esos períodos en los cuales las revoluciones se ponen a prueba”.

“Lo cierto es que con él, y con Yeyé, y con Alfredo, y con todo el grupo que ingresó en la cultura cubana con el poder de la revolución en la mano, se trazó un camino para la cultura, se trazó un camino para el ideario de la Revolución en la cultura, que tuvo como premisa el llamar a todos, el ser consecuente con el espíritu de Martí, de llamar a todo hombre bueno y decente”.
Leal expresó categóricamente que la condición revolucionaria, política, religiosa, fraternal – y eso lo creía Hart también –, se basa sobre todo en la condición humana: “Cuando la condición humana es endeble, cuando la formación tiene grietas, cuando no hay un verdadero espíritu de humildad, entonces todo lo demás se vuelve carga, se vuelven responsabilidades, que tienen como cualidad ser infecundas”.
“Sin embargo, Hart y su equipo de trabajo demostraron que se pude hacer una verdadera revolución en las estructuras culturales, y llevar adelante un rayo de iluminación que se prolonga hasta hoy, lo cual no quiere decir que no exista en el tiempo que vivimos, ni el de ellos, contradicciones y batallas que hay que librar, pero hay que librarlas con la obra por delante”.

Durante la ocasión se le entregó al Historiador el Premio “Periódico Patria” de la Sociedad Cultural José Martí, en reconocimiento a su labor, y particularmente como fundador de la institución.
“Me alegra volver a esta casa – expresó –, donde siempre hay, llueva, truene o relampaguee, un puñado de fieles que acompañan siempre la palabra viva y la obra sembradora que hizo nacer la Sociedad Cultural José Martí, que hizo nacer en su momento el Centro de Estudios Martianos”.
”Los que tenemos el privilegio de haber vivido, conocemos cómo nacieron esas instituciones, y cuál debía ser el contenido del espíritu que tendrían la una y la otra. La Sociedad Cultural debía llevar la causa a unir a los cubanos fuera de Cuba y a aliarlos junto a la Revolución; se refería todo el tiempo a la emigración patriótica”.

“Los cubanos seríamos la peor raza y estirpe de la tierra, y no lo somos, si no logramos, no ya solo vencer, sino alcanzar el objetivo principal de una Revolución social, que es darle al pueblo, en las formas generales y particulares, en la medida de la posibilidad, la prosperidad a la que todo pueblo aspira, y la prosperidad no son solo bienes materiales, sino que estriba en la dignidad de la vida, en la dignidad de la juventud, en la dignidad de la sociedad. He ahí el desafío. Para eso está “Honda”, al servicio de la Sociedad Cultural, y al servicio de los martianos de Cuba. Legar es nuestro más importante desafío, legar” concluyó.

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