Eusebio Leal Spengler ~ Historiador de la Ciudad de La Habana ~
Por: Maria Karla Villa Mora / Fotos: Alexis Rodríguez
La Escuela Taller Gaspar Melchor de Jovellanos celebró en la mañana de este jueves su décimo séptima graduación en acto presidido por el Historiador de la Ciudad de La Habana, el Doctor Eusebio Leal Spengler.
Como cada año, el también Director de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de Ciudades Patrimoniales, regaló a los recién egresados una conferencia magistral que los exhorta a desarrollar en lo porvenir – con esmero y profunda dedicación – el oficio de la restauración y la conservación.
“Para ustedes hoy aparentemente ha terminado la batalla – expresó Leal –, que como es lógico ha sido una batalla que tiene que ser mejor que aquella que he recordado: la batalla de Borodinó (…)La escuela es una cosa, y la vida laboral es otra. Pero no es solo para ustedes, lo ha sido también para mí y para otros profesionales, aunque en mi caso, como ustedes, recorrí el largo camino de ser estudiante-obrero en la Universidad de La Habana, ya que desde el punto de vista personal, el invierno que me tocó a mí fue el invierno de un tiempo en el cual cuando uno no entraba en el carro de la educación primaria, secundaria, preuniversitaria y superior se había perdido definitivamente la batalla por ingresar y ganar, y triunfar”.
En su intervención, Leal Spengler compartió anécdotas y experiencias que hicieron reflexionar a los nuevos obreros, familiares, maestros y público en general asistente a la cita, la importancia que tiene desde tiempos remotos el dominio de un oficio, que hace de un ser humano alguien imprescindible cuando es capaz de realizar, con especial maestría, una de estas labores.
“Todos sus oficios son respetables, no es solamente ser médico, ingeniero, arquitecto, historiador, etc. Esto es muy loable, y de hecho hay muchos alumnos que tiene el profesor Félix Julio en el Colegio Universitario que han surgido de la Escuela Taller y que se han interesado después por continuar sus profesiones. Pero ustedes ahora entran en el mundo del reclamo. Cuando yo veo chambonadas hechas por ahí yo digo: «No saben lo que han hecho»; pero cuando veo una buena obra y averiguo, son alumnos graduados de la Escuela Taller que aprendieron con su profesor Botello, y con los demás maestros, profesores y fundadores que forman el claustro de la Escuela. Por aquí han pasado miles de jóvenes como ustedes, que están en Cuba o lejos de Cuba, y han triunfado porque conocen el dominio de la mano y de la inteligencia, y que han podido reconciliar la mano con la inteligencia. La mano hace lo que el corazón manda y lo que la cabeza pide. Por tanto, reciban mi más cálida y afectuosa felicitación”.
Asimismo, el Historiador de la Ciudad de La Habana se refirió a la importancia de recibir sus títulos como obreros calificados en la antigua Basílica Menor y Convento de San Francisco de Asís. “Fue aquí donde se enterraron los héroes de la defensa de La Habana después del 13 de agosto de 1762 cuando los británicos tomaron la Ciudad de La Habana – refirió Leal –; fue aquí donde fue enterrado Don Luis de Velazco, el defensor del Morro de La Habana; fue aquí , en este lugar, donde los oficiales ingleses exigieron un templo anglicano y al mismo tiempo como eran escoceses y yorkinos crearon aquí las primeras hermandades y fraternidades masónicas, nacidas en la antigüedad de los albañiles y de los maestros constructores. Entre aquellos oficiales británicos que se reunieron en este lugar estuvo George Washington, el padre de la independencia de los Estados Unidos; en este lugar estuvo educándose José de la Luz y Caballero, el gran maestro cubano; aquí estuvo el correo y aquí se fundó la primera Escuela Taller, todo esto era un almacén. Cuando se olvida la historia es como si nosotros olvidamos nuestra historia”.
En este sentido, el Historiador de la Ciudad expresó su confianza en que cada uno de los egresados se sientan “muy orgullosos de la escuela en que han estudiado y se han preparado” y culminó su intervención exhortándolos a ser cada vez mejores:
“Yo los despido, espero encontrarlos en el camino de la vida en algún lugar y que triunfen, es lo que deseo a cada uno de ustedes, que tengan éxito, que se respeten siempre a sí mismo, que un hombre o una mujer que se cree a sí mismo que es una persona respetable lo impone, no con violencia, sino con su apostura, con su dignidad, con sus buenas costumbres, esto es lo más importante”, concluyó.
Durante el acto también fueron reconocidas las profesoras Magdalena Rodríguez Reyes y Zenaida Lorenzo González, quienes por más de cuatro décadas han compartido sus saberes con las nuevas generaciones; así como a los graduados ejemplares del curso recién concluido: Yanay Cristina Mora Parra (Taller de carpintería), Daniel Enrique Valdés Díaz (Taller de Albañilería integral), Gabriel Oliva castillo (Taller de Herrería), Alejandro Matos Soberao (Taller de pintura de obras), Brian Echarri Ramírez (Taller de Arqueología), Alexander Suárez Méndez (Taller de reparador de instrumentos musicales de cuerda).
Daniel Enrique Valdés, quien además resultó el Alumno más integral de esta graduación, en su discurso de agradecimiento a nombre de sus compañeros dijo: “La Habana antigua guarda secretos tras los pórticos señoriales de las viejas casona, los muros agrietados, los techos apuntalados, o bajo el suelo de los patios interiores. Un mundo desconocido que nosotros tenemos la oportunidad de apreciar poniendo en práctica lo aprendido aquí en estos dos años de formación. Durante casi los 28 años de la escuela sus estudiantes han dejado huellas en la restauración de obras como este antiguo convento, la Capilla del Cementerio de Colón, el Teatro Martí, y en nuestros días, la importante restauración de Capitolio de La Habana”.
Al culminar el acto, Juan Carlos Pérez Botello, arquitecto y Director de esta academia, mencionó los principales retos asumidos por los estudiantes y alumnos, y los que constituyen nuevas metas para el año recién iniciado quienes continuarán siendo un eslabón fundamental en la obra de restauración de La Habana y de resto de las ciudades patrimoniales de Cuba.
La Escuela Taller Gaspar Melchor de Jovellanos, arriba este 2019 a sus 28 años con el orgullo de haber formado a más de 1650 obreros calificados, siendo pionera en Cuba y formando parte de la secretaría técnica de los centros educacionales de este tipo que existen en América Latina.
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