Eusebio Leal Spengler ~ Historiador de la Ciudad de La Habana ~
Por: Yoel Lugones Vázquez
Tiempo de alegrías, de danzas, de bailes, de canciones. Tiempo de velos, de inciensos, de perfumes, de olores. Tiempo de fiesta. Con estas palabras comenzó la Gala Cultural por los festejos del 30 aniversario de la fundación de la Casa de los Árabes, del Centro Histórico habanero, realizada en la noche de este 28 de noviembre.
Con la actuación de la Compañía de Danza Árabe Q-Band Soho, dirigida por Gretel Sánchez Llabré y surgida en el año 2003 en la propia Casa, a la cual se ha mantenido vinculada estrechamente, continuó esta velada caracterizada por la emoción y el regocijo de todos los que, de una forma u otra, han formado parte de la historia de esta institución cultural, en la que se preservan y promueven los distintos elementos de la civilización árabe-islámica, muy acendrada en los orígenes de la nación cubana.
Es por eso que muchos amigos se reunieron en este encuentro que contó con la presencia, entre otras personalidades, de Nayef Hawathmeh, Secretario General del Frente Democrático para la Liberación de Palestina; el Embajador Darío de Urra y Torriente, Vicepresidente primero de la Asociación de Amistad Cuba-África; el Embajador Ramón Pérez Yero; el Doctor Rodrigo Álvarez Cambras, Presidente de la Asociación de Amistad cubano-árabe; el Embajador Orlando Requeijo Gual, Director de África Norte y Medio Oriente del Ministerio de Relaciones Exteriores; el Doctor Rigoberto Menéndez Paredes, Director de la Casa de los Árabes; el Doctor Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad, junto a otros distinguidos representantes del Cuerpo Diplomático acreditado en la Isla.
En palabras dirigidas al público, el Historiador de la Ciudad recordó aquellos momentos iniciáticos de la Casa de los Árabes, así como a tantas y tantas personalidades y amigos que, gracias a su generosa colaboración, donaron objetos valiosos relacionados con esta cultura. Entre ellos, nombres ineludibles: el del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz; el del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Raúl Castro Ruz, y el del Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque.
Como una Casa que se propone decir, hablar y expandir el conocimiento de la lengua, de la filosofía, de las matemáticas, de la astronomía, de la poesía, del arte aplicado de esa región árabe-islámico, sin el cual no puede ser explicado el mundo, calificó Leal a este lugar.
“Hemos sido guardianes – expresó el Historiador dirigiéndose a los representantes del Cuerpo Diplomático de los países árabes – de lo que llamamos entonces la justa causa de su mundo. Defendimos, rodilla en tierra, la causa palestina. Celebramos, con amor y lealtad, el Día de la Tierra. Luchamos por la unidad. Y un día, en mis palabras, cuando era mucho más joven, hice la siguiente comparación: una rosa es una sola y tiene muchos pétalos. Así es la identidad de cada uno de ustedes. Sin embargo, la rosa misma y el perfume es el mundo que ustedes representan. Así lo vemos nosotros”.
Mención especial, también en la intervención, hizo a los amigos de la comunidad árabe cubana, a la Unión Árabe de la Isla, quienes siempre prestaron generoso apoyo; también al Ministerio de Relaciones Exteriores y a todos lo que han defendido este espacio del Centro Histórico habanero hasta hoy.
Un momento de profunda significación fue el reconocimiento, por parte del Director de la Casa, a aquellos valiosos trabajadores – algunos no presentes físicamente – que muchas veces desde al anonimato han laborado con una premisa: promover y divulgar lo mejor y más excelso de la cultura de esa región, atesorando con celo y profesionalidad una colección que la enaltece.
La actuación de la Compañía Flamenca Ecos – defensora de las raíces hispánicas, vinculadas a las raíces árabes después de 8 siglos de convivencia cultural –, y de narradoras orales – manifestación arraigada en la cultura islámica – de proyectos como Pino Verde, Abrapalabra, Contarte y Para contarte mejor, engalanaron aún más una noche que saludaba la ardua labor que durante tres décadas realizó y realizará este templo de sabiduría, amistad y conocimiento: la Casa de los Árabes.
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