Eusebio Leal Spengler ~ Historiador de la Ciudad de La Habana ~
Por: Thays Roque Arce
Este jueves 12 de abril la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH) acaba de librar una nueva batalla. Aquella que diariamente se enfrenta al tiempo, la soledad, la ruina, la desmemoria. Desde hoy, los adultos mayores del municipio cuentan con una nueva Residencia Protegida en el número 255 de la calle San Ignacio, esquina a Lamparilla.
La inserción de este inmueble al Sistema de Residencias Protegidas ha sido el resultado de un proyecto de cooperación con la Asociación de Entidades Locales Vascas Cooperantes, Euskal Fondoa, para la creación de inmuebles de este tipo en el Centro Histórico de la ciudad.
Maria Natividad López de Munain Alzola, miembro de la Junta Directiva de la institución cooperante, intervino en nombre de la delegación vasca que visita Cuba por estos días para constatar los resultados del trabajo bilateral. “Hemos podido conocer a las personas que se han beneficiado de estos recursos y años de colaboración. Es una sorpresa gratificante”.
La Alcaldesa de la localidad de Elburgo reconoció sentirse sorprendida ante el componente de integración que mantienen estas iniciativas sociales con las personas beneficiadas, la garantía de calidad de vida que se les ofrece, el componente humano y el compromiso de los trabajadores implicados, y cómo permiten la convivencia intergeneracional, que, a su vez, es un garante de que los conocimientos se trasladarán de una generación a otra, en aras de mantener la comunidad viva.
“Nos vamos con muchas más ideas, realidades, experiencias, y con la grata sensación de que los proyectos tienen un resultado final conmovedor y satisfactorio”, aseguró López de Munain.
En sus palabras, el Historiador de la Ciudad de La Habana, el Doctor Eusebio Leal Spengler, agradeció en primer lugar a todos los que han contribuido con que la ciudad cuente con una nueva residencia para los adultos mayores, “los que se han esforzado por hacer realidad algo que parecía imposible: un edificio en parte arruinado (…) no había esperanza ninguna para poderlo llevar adelante”.
“Me alegro mucho de que se pueda realmente llevar adelante un proyecto como este, que acentúa el carácter de la obra que a lo largo de los años venimos realizando”.
“Hoy, todo un conjunto de viviendas en este núcleo forma como la palanca que necesitamos para poder proyectar hacia adelante el esfuerzo mayor que es la obra cultural, social, histórica, que en víspera del 500 aniversario de la fundación de la ciudad de La Habana se constituye en un elemento ejemplar”, expresó el Historiador de la Ciudad de La Habana.
Leal Spengler recordó también la presencia vasca en la historia nacional y su fuerte representación, desde la protección y reivindicación del indio americano hasta el ilustre vasco, el obispo Juan José Díaz de la Espada, a quien calificó de “impronta determinante en la historia de Cuba, presidente de la Real Sociedad Patriótica – la Sociedad Económica de Amigos del País –, la primera en constituirse fuera del País Vasco, la de La Habana, continuador de las grandes ideas de la ilustración, y todos aquellos que en un periodo determinado de la historia contribuyeron a hacer luces”.
“Bastaría en Cuba recordar los nombres de nuestro ilustre libertador, la gran figura que fue Ignacio Agramonte y Loynaz, el descendiente de Don Martín Loynaz, el santo de los vascos, recordar a Dulce María en el tronco de ese linaje. Y recordar también a todo lo que significó para América ese sentimiento de apertura, cooperación, grandeza moral que ellos significaron en esta latitud del mundo, entre otros, y hoy debo destacar esa singularidad”.
En el acto de inauguración, que tuvo lugar en el patio interior del inmueble de tres plantas, se encontraban también presentes el Excelentísimo Señor Juan José Buitrago de Benito, Embajador de España en Cuba; Maria Pilar Mesanza Salazar, Concejala del Ayuntamiento de dicho municipio; Agurtzane Orthous Beldarrain, Responsable del área de cooperación del Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián; Juan Manuel Balerdi Urdampilleta, Director de Euskal Fondoa y Aitor Joseba Landa Garcia-Uceda, Responsable de la Oficina de Seguimiento y Evaluación de la fundación.
Por la parte cubana asistieron a la inauguración directivos y trabajadores de la OHCH, pertenecientes a la Dirección de Cooperación Internacional, Inversiones, la Constructora Puerto Carena, entre otras, que han trabajado arduamente para hacer posible el logro del proyecto; colaboradores de la Dirección Municipal de Salud Pública y una representación de los adultos mayores que radicarán en la Residencia.
En nombre de los abuelos que recibirán atención en el nuevo hogar de la calle San Ignacio, habló el presidente de la residencia, quien transmitió el agradecimiento de sus compañeros a los trabajadores que hoy entregan el inmueble terminado, y a aquellos que en lo adelante se encargarán de que el centro funcione al máximo de sus capacidades.
La actividad cultural que cerró la cita estuvo protagonizada por artistas aficionados de los Centros de Día para la Tercera Edad con que cuenta la Oficina del Historiador de La Habana: la pareja de baile integrada por Oscar Hermes Enriquez Valdés y Renee Dour Chediak, con el tema “Pazos Traicioneros”; la solista Caridad Llano Correoso con el bolero “La Hiedra”; y para finalizar, un coro de abuelos interpretó “La vida sigue igual” y “El amor de mi bohío”.
La Euskal Fondoa ha acompañado a la OHCH desde el año 2002, en el desarrollo de iniciativas de cooperación que han fortalecido y diversificado los servicios dirigidos a grupos vulnerables, como los adultos mayores y las personas con discapacidad.
Los pueblos de España han sido un motor fundamental en el impulso económico, social y tecnológico del Centro Histórico en los últimos 20 años. En presencia del Embajador de España en la mayor de las Antillas, el Historiador de la Ciudad aprovechó la ocasión para extender su agradecimiento.
“Para Cuba es muy importante este acto, es un acto de amistad. En la cual una vez más reafirmo nuestra indispensable colaboración con los pueblos de España, con la Agencia Española de Cooperación Internacional, sin la cual no existiría la Escuela Taller Melchor Gaspar de Jovellanos; sin la cual no existiría esa otra escuela taller que fundamos con el apoyo del País Vasco; no existiría la que creamos especialmente para el convento de Belén; ni existiría el sistema de residencias protegidas, ni otras tantas obras en las cuales con asiduidad, paciencia fortaleza y esperanza habéis contribuido”, dijo el Director de la Red de Oficina del Historiador y el Conservador de Ciudades Patrimoniales cubanas.
“Aquí están todos los matices de la diversidad que en el momento del encuentro terrible entre las cultural del viejo y del nuevo mundo, España trajo al continente americano. Se dio completa, con sus cualidades, con sus luces y sus sombras; pero se dio completa. (…) Nosotros no somos los hijos de los acorazados conquistadores, somos los hijos de los inmigrantes; de los que vinieron inmediatamente luego, de los que sembraron, abrieron la tierra, de los que contribuyeron a hacer, a trabajar, de los que se meztizaron, de los que no se avergonzaron de su hijo mulato, su hijo cubano. De los que crearon y contribuyeron a hacer a Cuba”, aseguró el Historiador.
Como este, los nexos de cooperación internacional que ha tendido hacia el mundo la Oficina del Historiador como parte de su accionar, son la adarga con la que día a día, en la Villa de San Cristóbal de La Habana, se triunfa en batallas como esta, frente al paso del tiempo y la desmemoria.
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