Eusebio Leal Spengler ~ Historiador de la Ciudad de La Habana ~
Por: Fernando Rodríguez Sosa
Transcripción, cotejada según el manuscrito original, del Diario, de Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria. Se trata de la quinta edición, corregida y aumentada con documentos inéditos y nuevos textos de referencia, de una obra aparecida por vez primera, en España, en 1992.
Son dos pequeños libros que abarcan desde el 25 de julio de 1873 hasta el 27 de febrero de 1874 –fecha de la muerte del patriota cuando era sorprendido, en San Lorenzo, por las tropas españolas-, de los cuales se ha extraviado la página que relata los acontecimientos ocurridos entre el 23 y el 24 de noviembre de 1873.
Leal Spengler, al preparar esta edición, ha realizado una monumental y encomiable labor de rescate de la memoria histórica de la nación cubana. Porque, además de la publicación del Diario, incorpora otros documentos de invaluable trascendencia, para así entender el contexto histórico en que se iniciaron las luchas por la libertad de la isla del yugo colonial español.
Complementan igualmente el volumen, el prólogo firmado por la prestigiosa historiadora Hortensia Pichardo a la edición príncipe del Diario, aparecida en 1992, ciento diecisiete años después de su escritura. Se publican, asimismo, las palabras que el Ministro de Cultura, Abel Prieto, pronunció al presentar la primera edición cubana, también de 1992, de tan significativo documento.
“Hace semanas terminé de leer tu magnífico ensayo sobre el Diario de Céspedes –escribía el maestro Cintio Vitier a Eusebio Leal Spengler–, que me ha enseñado y conmovido mucho. Tienes lo cubano, la emoción patria, en la punta de los dedos, y de inmediato comunicas esa electricidad espiritual de nuestra familia deslumbrante”.
Sólido y enriquecedor aporte a la historiografía cubana. Obra de insustituible examen, estudio, reflexión, para entender los afanes y los azares de un hombre por transformar la historia de la patria sojuzgada. Excepcional testimonio de quien, valiente y enardecido, declaró que “Cuba no sólo tiene que ser libre, sino que no puede ya volver a ser esclava”.
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