Eusebio Leal Spengler ~ Historiador de la Ciudad de La Habana ~
Hace un tiempo venimos recorriendo, evocando y recordando, las visitas realizadas y las informaciones que nos llegan de las provincias, del trabajo en pro de la conservación monumental, en pro de la preservación del patrimonio cultural y su razón de ser. Uno de los recuerdos más emotivos fue la visita realizada a San Juan de los Remedios, sobre todo porque valorándola en el conjunto de las Villas Centrales de Cuba junto a Trinidad, a Santi Spíritus, Cienfuegos y Villa Clara, Remedios juega un papel muy importante porque es algo así como un diamante sin pulir.
“Remedios es algo así como un diamante sin pulir.”
En Remedios se está trabajando con un interés muy grande por parte de la Comunidad, ya que no solamente lo material, si no también lo intangible es allí muy valioso. En las Villas por lo general, las parrandas son muy importantes, y me refiero a las parrandas como fiestas populares. Acabamos de ver ahora las celebraciones de San Juan, en Camagüey, que ha sido una cosa extraordinaria, con una gran participación popular, pero si hay algo en Cuba verdaderamente conmovedor en participación popular y preparación anual, es Remedios. Yo personalmente no he estado y me prometo a mí mismo recuperar el tiempo perdido y participar en una parranda, al menos poder estar en este acontecimiento, en el cual influye tanto, a mi juicio, la tradición valenciana de los fuegos artificiales, la creación de muñecos que se queman, la división o el agrupamiento de la población en distintos bandos para trabajar durante el año esforzadamente. Allí, en la misma noche en que termina una fiesta, prácticamente comienza la otra.
Ahora, esto no es lo único, durante la visita se reveló toda una preocupación popular por conservar un tema que la Oficina ha abordado continuamente a través de un evento anual y el trabajo cotidiano, sobre la arquitectura vernácula, que ha llevado muy en adelante el arquitecto Daniel Taboada. La arquitectura vernácula, quiere decir, la puesta en valor de lo absolutamente popular en la arquitectura, que va desde la casa campestre -que en esa zona por cierto tiene características muy distintas a las del bohío tradicional de otras partes de Cuba en los campos- hasta la construcción urbana. Baste decir que una plaza central, como la Plaza de Remedios, con dos iglesias, no existe en ningún lugar de Cuba, es una cosa para mí de excepción.
Aunque guardan relación muy estrecha, no hay posibilidad de asumir como una cosa similar la arquitectura de Remedios con la de Trinidad o de Santi Spíritus. Yo en Remedios vi azulejos que no he visto en otra parte de Cuba, pinturas murales excepcionales, y desde luego, la Iglesia parroquial de Remedios que está por encima de todo no solo por lo que ella ha conservado, si no por tratarse de una obra que puede ser una pequeña catedral, que además posee toda una serie de objetos de carácter sacro: estatuaria, altares, figuras, pinturas que conforman un tesoro espléndido. ¿Qué decir del techo mudéjar de esa iglesia? Algo verdaderamente sobresaliente, solo comparable a la impresión que tuve hace unos días en Camagüey, visitando la iglesia de La Soledad, o la iglesia de La Merced, también con estupendas techumbres, lo cual enriquece mucho el panorama cultural de estas latitudes de Cuba.
“Como la Plaza de Remedios, no existe en ningún lugar de Cuba, es una cosa para mí de excepción.”
Resueltamente hay que ir a estos sitios, hay que ir a Remedios. Yo aliento mucho a los conservadores, a los que cuidan con esmero los museos de esa ciudad, un ejemplo es la casa de García Caturla, que es una verdadera maravilla como está conservada, como está cuidada, el amor que sienten los trabajadores, la directora del Museo y los historiadores locales por esta obra, y desde luego el teatro.
El teatro fue el escenario de mi conferencia, y yo te diría que de los teatros de Cuba, este es uno de los más entrañables, de los más pequeños, de los mejores resueltos a la escala de una población. Sobre todo porque conserva toda la armonía con la arquitectura republicana que le dio origen, tiene todos esos elementos del eclecticismo, todos esos pequeños espacios magníficos que permiten al teatro ser una de las joyas de las construcciones teatrales de Cuba, junto a los mejores teatros del país. Es algo parecido, aunque aquel más antiguo, al teatro de Gibara, por ejemplo, que también merece una especial mención.
En este día les envío un mensaje muy afectuoso a nuestros amigos en Remedios. Sepan ustedes que tienen todo nuestro apoyo, nuestra solidaridad, nuestro afecto, y sobre todo nuestra voz para cantar la belleza, la tradición y la cultura “remediana” desde La Habana y por todo el mundo.
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